Simultáneamente, la campaña fue presentada en Madrid por el Consorcio para la Seguridad Alimentaria, encargado de impulsar la campaña e España y formado por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), las organizaciones de consumidores más representativas (UCE, OCU, Ceaccu y Unae), los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Sanidad y Consumo; así como la representación de la Comisión y el Parlamento europeos en España.

El eje argumental de la campaña será que "la seguridad alimentaria es una responsabilidad compartida". Dentro del proceso alimentario, desde el campo hasta la mesa del hogar, los producto pasan por distintos controles de seguridad o sanitarios, pero "quizás el único que todavía no controla en el punto de venta es el consumidor final", señaló en rueda de prensa Rafael Urrialde, portavoz de los consumidores.

La Unión Europea destinará 4 millones de ecus (672 millones de pesetas) a la campaña, de los cuales 70 millones de pesetas se invertirán en España. Para ello, el consorcio elaborará 2 millones de folletos informativos, 50.000 carteles y 15.000 cintas de vídeo, que serán distribuídosa través de las asociaciones de consumidores, puntos de venta de alimentación y centros escolares.

Cada país pretende incidir especialmente en algunos colectivos o entornos con esta campaña. Así, según la comisaria Bonino, Grecia y Luxemburgo se centrarán en los supermercados y el Reino Unido y Finlandia en las escuelas.

En España, la campaña de Seguridad Alimentaria irá orientada principalmente a los adolescentes de 12 a 16 años y pretende llegar a 15.000 centros escolares públicos y concertadosdesde ahora hasta el próximo mes de febrero.

Urrialde señaló que los consumidores pueden hacer tres clases de cosas para velar por la seguridad de su alimentación. En primer lugar, leer el etiquetado, para informarse; en segundo lugar, exigir que se cumplan todos los controles de la Administración, concretamente de las autonomías y ayuntamientos, en lo referente a consumo, y por último, realizar la selección entre unas marcas y otras.

DECALOGO

La campaña, cuyo lema es "¡Infórmate y exige!", cueta con el siguiente Decálogo del Consumidor:

1. Exija información, seguridad e higiene en los alimentos frescos y envasados que vaya a consumir.

2. Compre productos etiquetados; la etiqueta es una garantía de seguridad.

3. No adquiera productos que hayan rebasado su fecha de caducidad o de consumo preferente.

4. Compre aquellos alimentos en los que le garanticen identificación y un control desde su origen.

5. Al comprar productos congelados asegúrese de que no se ha roto la cadena el frío.

6. Evite las contaminaciones: proteja los alimentos con papel de uso alimentario. Es imprescindible separar los crudos de los cocinados.

7. Los aditivos alimentarios autorizados por la Unión Europea cumplen los requisitos de seguridad para un uso y consumo determinados.

8. Los organismos modificados genéticamente, identificados y etiquetados según la legislación, están autorizados por la Unión Europea.

9. No se deje llevar por las alegaciones terapéuticas, preventivas o curativs de algunas marcas, sólo son reclamos publicitarios.

10. Compre en establecimientos que le garanticen una correcta manipulación de los alimentos, tanto en su preparación como en su conservación.

En definitiva, según manifestó Miguel Moltó, director de la representación de la Comisión Europea en España, la campaña transmite un doble mensaje: "Para ser un consumidor sano, edúcate, infórmate y exige productos seguros, en interés propio y en el de todos".