Estas líneas telefónicas especiales han ocasionado en los últimos días graves problemas en las facturas de algunos usuarios, el más destacable de ellos el del caso de un niño madrileño que pasaba nueve horas diarias lamando al teléfono "Party Line", por lo que sus padres recibieron un recibo de más de un millón de pesetas.

En la carta de la UCE, que también ha sido enviada a la secretaria general de Telecomunicaciones Elena Salgado, esta organización de consumidores propone la obligatoriedad de que los usuarios que deseen recibir los servicios que ofrecen estas líneas especiales establezcan una contrato con Telefónica.

Los responsables de la UCE consideran que esta es una solución viable para los usuarios coectados a centrales digitales y analógicas con control electrónico y asegura que esta medida tendría un bajo coste para Telefónica y para los usuarios.

A su juicio, es indispensable regular legalmente el acceso a las líneas telefónicas especiales para evitar que personas no autorizadas por el titular, como pueden ser niños o adolescentes, las utilicen sin valorar el elevado coste que tienen este tipo de llamadas.

Además, la UCE estima que con esta medida se corresponsabiliza a Telefónica en el prblema, al tiempo que insiste en que los poderes públicos deben propiciar fórmulas que permitan a las economías domésticas hacer un uso "racional y controlado" de un servicio público.

En la carta remitida a Telefónica y a la responsable de Telecomunicaciones, la UCE denuncia también la retención que la compañía telefónica está practicando de facturas que reflejan incrementos importantes con respecto a las anteriores.

En opinión de la UCVE, esta retención, que asegura que sólo responde a comprobacines de orden interno, ocasiona graves perjuicios a los particulares al acumulárseles recibos por causas injustificadas e impedírseles que actúen sobre los motivos que han originado esos fuertes incrementos en los recibos.