En este sentido, Uatae destaca que la inyección de 140.000 millones de euros supuso “un balón de oxígeno” para muchas pequeñas empresas y autónomos en los peores momentos de la pandemia.

Dado que este año se vencen los plazos de carencia para aquellos que lo solicitaron durante marzo y abril de 2020, Uatae reclama que el plazo se amplíe, debido a la situación actual derivada del conflicto bélico existente entre Rusia y Ucrania, así como la coyuntura económica con la inflación propiciada por la subida de los precios de la energía y carburantes.

A juicio de Uatae, estas circunstancias “suponen un escenario de incertidumbre para cientos de miles de autónomos y autónomas que ven con temor esta nueva etapa”. Por ello, la secretaria general de esta asociación, María José Landaburu, defiende que “parece que cuando empezaba a atisbarse una mejora en las condiciones sanitarias de nuestro país después de la última ola con Ómicron, vemos todavía lejana la consolidación de la recuperación económica”.

Desde Uatae aseguran que la nueva situación requiere de este “gesto para garantizar la solvencia económica y tranquilidad” de los autónomos que tienen que afrontar la devolución de los créditos ICO solicitados en mitad de unas condiciones que cada semana se ven agravadas por los “precios históricos” que se alcanzan en materia energética.

Además, Landaburu señala que “la banca tiene otra oportunidad para arrimar el hombro y facilitar condiciones, abriendo líneas de crédito que no repliquen las condiciones opacas y abusivas que hemos ido detectando a través de nuestro observatorio”.