Esta opinión fue compartida por Alexandre Schaub, jefe de unidad de la Dirección General IV de la Comisión, encargada de la competencia, quien definió las prioridades del Ejecutivo europeo por este orden: primero, el interés del consumidor; segundo, la completa ralización del Mercado Unico; tercero, favorecer la competencia entre los operadores, y finalmente, fomentar el dinamismo del sector.

Shaub destacó que en el campo de la competencia falta jurisprudencia, pero dijo que la política de la Comisión es analizar detenidamente la entrada de nuevos operadores y la financiación pública de las televisiones en cada Estado miembro.

Respecto a los contenidos de las televisiones públicas, el funcionario explicó que el Tratado de Amsterdam no define el concepto e servicio público, sino que defiende el principio de subsidiariedad, dejando a cada Estado miembro su definición.

La clausura del acto estuvo a cargo del comisario de Cultura y Audiovisual de la UE, Marcelino Oreja, quien recalcó que la política europea debe defender la pluralidad y un servicio público de calidad, con una contabilidad transparente y una financiación proporcionada.

Para Oreja, las reglas del mercado audiovisual no pueden ser iguales que las de otros mercados, porque "se trata de na industria cultural por excelencia, en la que el producto es único y específico por naturaleza".