Actualmente un total de 60 niños utilizan dicho servicio cada semana, y 1 de cada 14 llamadas atendidas por el mismo son realizadas por menores que precisan atención médica urgente, o se encuentran en riesgo inminente de suicidio, según los datos de la Sociedad Nacional contra los Malos Tratos a la Infancia (NSPCC), que gestiona la mencionada línea telefónica de ayuda que opera en todo el Reino Unido.

De los 2.925 niños y adolescentes que llamaron a ChildLine en 2007, 2.282 eran chicas, y algunos de ellos ya habían realizado algún intento de suicidio previamente, mientras que otros afirmaron haberlo intentado, o estar a punto de hacerlo, en el momento de efectuar la llamada.

Un tercio de los usuarios menores del servicio afirmaron que habían sido víctima de abusos físicos, y uno de cada cinco denunciaron abusos sexuales.

Sue Minto, directora de ChildLine, sostiene que "para algunos niños decir que se van a suicidar es una manera de pedir ayuda, mientras que para otros es la única vía para intentar escapar de sus problemas. Aunque muchos no pretenden realmente quitarse la vida, prestamos la máxima atención a cada llamada."

Según esta experta, los motivos que provocan ideas suicidas entre los niños son complejos, y con frecuencia están relacionados con problemas de salud mental y familiares, malos tratos o acoso, por ello cree que es necesario que los padres reciban asesoría para detectar posibles síntomas de este problema en sus hijos, aprendan a escuchar sus preocupaciones y dónde buscar ayuda en caso necesario.

Por su parte, Rantzen, fundadora y presidenta de ChildLine, subrayó que "es muy preocupante que haya tantos niños con tanta angustia y sufrimiento y es necesario que los adultos nos responsabilicemos de esta situación."