Los 25 coches participantes en la carrera se situaron en la madrileña Carrera de San Jerónimo, frente al Congreso. Trillo y los miembros de la Mesa los contemplaron uno por uno y fueron informados de la peripecia de cada uno de los modelos por su propietarios, ataviados con trajes de época.

Todos los coches participantes en la caravana fueron fabricados antes de 1914. Entre ellos se encuentra un Delauny de 1907 perteneciente al zar Nicolá II, un Mors de 1911 que fue del rey leopldo II y la emperatriz Eugenia de Montijo, y un Clevrolet de 1913 que perteneció al Ejército español.

El presidente del Congreso dijo que la carrera es "una iniciativa preciosa de Luis del Olmo" y elogió "el buen gusto" de quienes conservan estas "maravillas".

Los participantes hicieron una visita al Congreso donde fueron agasajados por Trillo y los miembros del órgano de Gobierno de la Cámara.