Alfredo Galán fue condenado por seis delitos de asesinato consumado, otros tres en grado de tentativa, allanamiento de morada y tenencia ilícita de armas. El tribunal fijó en 25 años el tiempo máximo de cumplimiento de condena.

Con esta decisión, el Tribunal Supremo ha rechazado los recursos que el propio Galán interpuso contra la sentencia, así como los presentados por otras seis partes personadas en el caso.

Alfredo Galán se entregó a la Policía el 3 de julio de 2003 en Puertollano (Ciudad Real) y confesó ser el autor de los crímenes.

Posteriormente proclamó en el juzgado su inocencia y aseguró que los asesinatos fueron cometidos por dos "cabezas rapadas". Durante el juicio, guardó silencio.

Sin embargo, en su declaración policial, este hombre, que entonces tenía 26 años, dio detalles muy precisos que sólo los investigadores conocían y que, para la Audiencia Provincial de Madrid, supusieron la incriminación de Galán.

A Alfredo Galán se le llama el presunto "asesino de la baraja" porque junto a cada uno de los cadáveres de sus víctimas depositaba un naipe.