Se trata, según consta en el auto, de Fathi Abdellah, alias "El Pakistaní", "Luigi" o "Feti"; Fares Merazka, conocido como "Moh"; y Abdelkader Yettou, "Kader", imputados por presuntos delitos contra el patrimonio, así como por pertenencia o colaboración con grupo terrorista.

Según el auto, estas tres personas supuestamente pertenecen a un grupo organizado de personas, residentes en la Costa del Sol, que han venido realizando con habitualidad actos delictivos, fundamentalmente consistentes en robos en viviendas habitadas, para posteriormente obtener dinero con su venta y destinarlo, según los indicios existentes, a la financiación del GSPC.

Los diversos robos perpetrados por el citado grupo tenían en común varias cosas: robaban en horas nocturnas, especialmente entre las 0 y las 6 horas de la mañana, en casas con moradores en su interior.

Una vez dentro, adquirían pequeños efectos "fácilmente transportables" en mochilas o bolsillos, como joyas, relojes, dinero, carteras, cámaras fotográficas. "No les interesaban otros objetos voluminosos", dice el auto.

Utilizaban la habilidad y no la fuerza para abrir puertas o ventanas por donde entraban a las casas, vestían ropa oscura y actuaban como mínimo en grupo de dos, que además empleaban el árabe para comunicarse.

Además, accedían a pie a la zona del robo, dejando lejos el medio de transporte que hubiesen utilizado. En las horas posteriores, intentaban utilizar las tarjetas de crédito sustraídas.

NIVEL DE VIDA AUSTERO Los objetos robados eran vendidos por el grupo, pero el dinero no se lo quedaban en beneficio propio. "El nivel de vida que disfrutan los detenidos, según los informes policiales, se puede calificar de 'muy austero' en relación al dinero y efectos ilícitamente obtenidos", dice el auto.

Lo anterior, añade la resolución, "corrobora la hipótesis de que se trata de una célula de financiación de otro grupo u organización, concretamente el referido GSPC".

El juez señala que, según los informes obrantes en las actuaciones, el GSPC "es un grupo terrorista de inspiración islamista radical, de ideología integrista, sunnita".

"Sus seguidores se inspiran en la corriente salafista, una de las más importantes y la más radical y fundamentalista del integrismo en Argelia en la actualidad", añade el auto.

Asimismo, agrega que "su principal objetivo es la instauración en Argelia de una república islámica, en la que el Corán sea la única Ley, pregonando la Jihad para destruir el Estado argelino, rechazando cualquier diálogo y rechazando cualquier tipo de negociación, utilizando la lucha terrorista como único medio para conseguir sus fines".

En cuanto a la procedencia del dinero que utiliza el GSPC, explica que proviene principalmente de una "vasta actividad de financiación basada en una constante labor de delincuencia común (menudeo de drogas, delitos contra la propiedad, receptación, falsificación de todo tipo de documentación, tarjetas de crédito, telefónicas, etc)".

Los actos delictivos son llevados a cabo por células de apoyo a la banda terrorista, "que dedican una parte de lo obtenido para su propia supervivencia y la mayor parte del botín lo hacen llegar a Argelia para sostener a los terroristas".

En su resolución, el juez dice que decreta la prisión incondicional para Fathi Abdellah, Fares Merazka y Abdelkader Yettou, por considerar que los presuntos delitos que se le imputan son de "suma gravedad", que además llevan aparejadas "penas considerables".

Además, argumenta la existencia de riesgo de fuga, de reiteración delictiva y de la alarma social que generan los delitos que se les imputa a estas tres personas.

Estas tres personas fueron detenidas el viernes pasado, 9 de diciembre, en la denominada "Operación Green", desarrollada por la Guardia Civil en la Costa del Sol. También fueron arrestados un albano-kosovar y dos mujeres, una española y una argelina, que quedaron en libertad por orden del juez con medidas cautelares.