El suceso de produjo a las 22,50 horas, en uno de los coches destinado a literas, por causas oficialmente desconocidas, aunque pudo originarse por efecto de una colilla mal apagada.

La rápida acción de los viajeros, que accionaron el freno de alarma, impidió mayores desgracias entre el pasaje, compuesto por 114 personas, aproximadamente el cincuenta por ciento de la capacidad del expreso.

Según un portavoz de Refe, el maquinista del tren al ser avisado del incendio, separó los vagones siniestrados del resto de la composición del convoy - nueve coches en total - conduciendo el expreso hasta el paso a nivel más próximo, donde actuaron los servicios de protección civil y sanitarios.

Las ocho personas afectadas fueron atendidas en un hospital de Játiva, aunque todas ellas recibieron el alta médica poco después, por lo que prosiguieron el viaje. Tanto el coche-litera como el vagón restaurante quedaron totalmente estruidos.

El Gibralfaro llegó a la estación de Málaga con cinco horas de retraso, ya que hubo de esperar en Játiva a la recomposición del convoy y la redistribución de los veintinueve viajeros que tenían su plaza asignada en los coches siniestrados.

Este incidente ha provocado el retraso en diversos trenes, entre ellos el expreso Bahía de Cádiz (Barcelona-Cádiz) que llegó a su destino con tres horas de retraso debido a la interceptación de la vía por el Gibralfaro.