"El eñor Arzalluz", continuó Belloch, "tiene cierta costumbre de instalarse en el monte; en ese monte suele hacer frío y a la larga baja, pero en los últimos tiempos tiene tendencia a vivaquear definitivamente en las cumbres y a plantear seguramente lo que no es más que pagar el precio que pactó con ETA. El precio de la tregua."

En este sentido, Belloch consideró que la obligación de Arzalluz es explicar "qué ha prometido y qué ha comprometido con ETA".

Tras señalar que sólo conoce del encuentro Azna-Arzalluz lo que dicen los teletipos, afirmó que "parece claro que existe un cierto grado de desacuerdo e incluso un desacuerdo importante en el análisis". Agregó que, a partir de ahí, lo que a los socialistas les preocupa es "cómo se gestiona ese desacuerdo, cuáles deben ser las consecuencias políticas derivadas de ese desacuerdo".

"Nuestro criterio, en principio", concluyó, "es que es difícil explicar al conjunto de la ciudadanía cómo se puede mantener un acuerdo parlamentario con el PNV, en una sitación en que el PNV claramente se ha alejado de la unidad democrática y cuestiona de manera activa el propio orden constitucional. Espero que en los próximos días el Gobierno adopte una actitud clara y decidida que pueda entender el conjunto de la ciudadanía".