Así, Fomento argumenta que esta medida permitirá establecer una regla para suplir la "posible imprevisión de las partes al determinar el precio del transporte en relación con la variación de los costes del carburante que tiene que soportar el porteador".

De este modo, el porteador podrá incrementar en su factura el precio inicialmente pactado con el cliente en cuantía equivalente a la diferencia existente entre el precio del litro de gasóleo el día de la celebración del contrato y el momento de realizarse el transporte.

Del mismo modo, el cliente obligado al pago podrá exigir una reducción de las tarifas equivalente a la bajada del precio del combustible.

En todos los supuestos se tomarán como referencia los precios medios publicados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Según publica el Boletín Oficial del Estado (BOE), esta orden entrará en vigor el próximo 29 de diciembre.