El departamento que dirige Óscar Puente ha justificado el incremento autorizado a las concesionarias se enmarca en el crecimiento del índice de precios al consumo y en las medidas extraordinarias y temporales aprobadas a finales de 2022 para limitar el alza de los peajes al 4% en 2023.

En 2022 se habilitó una subvención para mitigar el impacto de la inflación en el pago por el uso de estas carreteras, que habría supuesto una subida de entre el 8,4% y el 9,5%.

El Ejecutivo fijó que esa subvención se eliminaría a finales de 2026, repercutiendo al usuario de forma escalonada en el plazo de tres años.

El ministerio ha recordado en un comunicado que "de no continuar en 2024 con las subvenciones ya previstas, el alza de los peajes habría superado el 8,5%".

A mediados de este diciembre pasado, las empresas concesionarias solicitaron al Ejecutivo que la subida de 2024 llegara hasta un 4,03%, en virtud de la revisión automática de vías de pago ligada al IPC y otras variables. El ministerio, sin embargo, ha situado el tope en el 6,6%.

CONGELACIÓN DE LAS 'RESCATADAS'

El importe que representa la subvención en 2024 se estima en 30 millones de euros.

La nueva actualización de las tarifas afecta a los peajes de la AP-51, AP-61, AP-6, AP-53, AP-66, AP-7 Alicante-Cartagena, AP-7 Málaga-Guadiaro, AP-68 y AP-71, AP-9 y AP-46.

Un año más, seguirán congeladas las tarifas de las autopistas rescatadas por el Estado en 2019, año en que se abarataron un 30% de media.