En su opinión, la falsedad cometida en torno a la subvención de 145 millones de pesetas obtenida para la construcción de un hotel pretendía tan solo generar expectativas de venta.

El abogado del Estado, Carlos Suan, considera que Guerra y sus dos amigos y socios, Francisco Javier López Martín y José Garrido, falsearon el proyecto de construir el hotel delujo en Sevilla, porque a su juicio nunca existió tal proyecto. "Se ha especulado tratando de obtener beneficio para volver a negociarlo con terceros", dijo.

Tanto el abogado del Estado como los letrados de la acusación por el PA e IU coincidieron en subrayar que Comasa carecía de medios económicos y de recursos propios, por lo que tenía que recurrir a préstamos para afrontar el proyecto.

A su juicio, la obtención de los 145 millones de subvención se produjo con falseamiento. Para el abogado del stado, la particiapación de Guerra junto a Garrido y López en la obtención de la subvención es real y efectiva, ya que "sin su influencia y auxilio", no se habría producido.

Por su parte, Manuel Fernández del Pozo, abogado de IU, recordó que, según la ley, los recursos propios de una empresa no pueden ser inferiores a la tercera parte de la subvención solicitada, cuando Comasa pidió la subvención de 145 millones concedida por el Consejo de Ministros meses antes de su constitución con un capital socialde 3 millones de pesetas.

Del Pozo dijo que tras el proyecto del hotel, que nunca existió, había espectativas que iban a constituir un valor vendible. En su opinión, Juan Guerra estuvo detrás del proyecto desde el principio. "Es socio de alguna forma y participó totalmente en Comasa por la multitud de datos le conectan", dijo.

En este sentido, aludió a las reiteradas visitas de sus socios a su despacho en la Delegación del Gobierno en Andalucía, y a su vinculación con ellos a través de otra emprea, Ibérica de Publicaciones, que tenía la misma sede física que Comasa.

Para Fernández Ochavo, abogado por el PA, "Comasa es Juan Guerra, el es su verdadero propietario y sus socios no han sido más que peones en sus mano". Segúns sus datos, Garrido y López llegaron a visitar a Guerra en su despacho hasta 19 veces en un solo mes.