En total, Sanyo prevé acabar con 14.400 puestos de trabajo en Japón, lo que supone el 15% de la plantilla mundial de la compañía que preside Toshimasa Iue.

En virtud de esta medida, que se aplicará durante los tres próximos años, la empresa prevé recortar sus costes por un valor cercano a los 70.000 millones de yenes (unos 5.200 millones de euros).

"Los recortes anunciados sólo afectarán a los trabajadores de la empresa en Asia y, por el momento, los trabajadores españoles y europeos pueden estar tranquilos ya que no ha habido comunicación oficial de que sus empleos puedan estar en peligro", aseguraron las mismas fuentes.