Los siniestros más importantes tuvieron lugar en la localidad cacereña de Valencia de Alcántara donde se perdieron 120 hectáreas y en el pueblo pacense de Villarta de los Montes, donde ardieron 105 hectáreas.

El 44 por ciento de estos incendios afectó a masas arboladas, el 23 por ciento a monte bajo, el 5 por ciento a rastrojos, el 29 por ciento a pastizales y el 0,5 por ciento a cereales. Según las mismas fuentes, el número de incendios con respecto al mes de julio del pasado año se ha duplicado pero ha aumentado la eficacia en la extinción de los mismos, debido a la mejora de coordinación en estas labores.

En las labores de extinción de incendios participan 1.105 agentes de la Junta de Extremadura que cuentan con 50 vehículos y cinco helicópteros con base en las localidades de Pinofranqueado, Hoyos, Monfragüe, Guadalupe y Calera de León.

La Diputación de Badajoz participa con160 bomberos y dos hidroaviones, uno con base en Talavera la Real (Badajoz) y otro en Matacán (Salamanca). También dispone de 4 helicópteros, dos de ellos rusos con base en Pinofranqueado y que cuenta con 56 agentes.

El pasado año fue uno de los más bajos en cuanto a números de incendios, señala la Consejería de Presidencia, debido a las lluvias habidas en julio y a que las temperaturas no fueron durante algunos días del citado mes tan altas como de costumbre.