El portavoz popular, Andrés Ayala, tras pedir la dimisión de la ministra, Magdalena Álvarez, le acusó de "no creerse lo que dice" con respecto a Air Madrid y denunció que Fomento"ni ha actuado con celeridad, ni precisión, ni eficacia".

Según Ayala, la ministra "no puede presumir de haberse adelantado a las deficiencias" y le acusó de contradecirse por defender que "no había problemas de seguridad y después justificar la suspensión de la licencia en problemas de seguridad que no aparecen de la noche a la mañana".

El representante popular mostró su preocupación por el rigor que pueden tener las auditorías del Ministerio de Fomento cuando pese a la existencia de "miles de irregularidades" se le renovó la licencia a Air Madrid sin condiciones ni limitaciones.

"Se tenía que haber suspendido a la compañía hace muchísimo tiempo y más teniendo en cuenta la situación financiera y económica de esta empresa", prosiguió Ayala.

Denunció también que pese a la información que tenía Fomento sobre Air Madrid le siguiera concediendo "slots" (permisos de aterrizaje y despegue) que permitían una expansión empresarial insostenible.

Por otro lado, señaló que en lugar de suspenderle las actividades se podía haber intervenido en su gestión para haber hecho frente a sus compromisos.

Por todo ello, acusó a Magdalena Álvarez de convertir "Cada problema que toca, en un desastre" y de esconderse "detrás de la barrera de la seguridad para tapar la ineficacia y desidia en el control de las aerolíneas".

Por su parte, Jordi Jané, portavoz de CIU, calificó como "muy preocupante" que una compañía con el historial de irregularidades de Air Madrid haya estado operando durante más de dos años.

Asimismo consideró que la situación de Air Madrid era suficientemente alarmante en septiembre para haber procedido en ese momento a la suspensión de la licencia ya que en tres meses se habían triplicado las discrepancias.

Finalmente, anunció que el grupo catalán presentará una medida específica para solicitar un debate sobre temas de seguridad aérea en la Cámara Baja que evite que se pueda repetir un caso como éste y aborde también la mejora y protección del consumidor mediante la fijación de indemnizaciones automáticas.

El portavoz de ERC, Josep Andreu, lamentó también que no se hubieran tomado estas medidas con anterioridad cuando Air Madrid "se encontraba en quiebra técnica desde 2005".

Según Andreu, "aproximándose las vacaciones de Navidad no se debería haber tomado ahora esta decisión y más cuando existían motivos que aconsejaban esta actuación antes".

Además, según el portavoz de Esquerra "Llovía sobre mojado, tras el colapso del 28 de julio en El Prat ya que en fechas vacacionales las incidencias se multiplican extraordinariamente".

Por ello, concluyó que los hechos evidencian que "está fallando el modelo centralizado" y pidió la implantación de un modelo de gestión independiente para cada aeropuerto similar al de los países europeos.

CALDO DE CULTIVO

Por su parte, el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, aseguró que esta "no es una crisis de caso único" y podría repetirse en el "caldo de cultivo" de la "competencia salvaje" entre compañías de bajo coste.

Insistió en la responsabilidad de los poderes públicos para garantizar la movilidad de los ciudadanos y la seguridad del sistema aéreo, pero manifestó que la culpa del "fiasco" de Air Madrid "es en exclusiva de la empresa".

Llamazares aseguró que pese a que el Gobierno ha asegurado que este es un "caso único y excepcional", en IU "tenemos la impresión de que hay un caldo de cultivo para que haya más" y, por tanto, es "responsabilidad" del Ejecutivo "poner en marcha mecanismos legales y administrativos para prevenir este tipo de sucesos".

En opinión de Llamazares, hay que aprender de esta crisis y modificar la legislación y el procedimiento administrativo de manera que pueda garantizarse algo que para IU no debe dejar de ser un servicio de interés público.

Además, el coordinador de IU preguntó a la ministra cuántas quejas se recibieron de los viajeros antes de la suspensión, cuántas fueron respondidas y qué medidas se van a a tomar para asegurar la viabilidad de los puestos de trabajo.

En nombre del PNV, Joseba Beloki, dijo que el Gobierno "ha actuado razonablemente" teniendo en cuenta que ni la decisión de suspensión era fácil, ni el momento de tomarla tampoco.

Beloki pidió "tolerancia cero" con los fallos de seguridad o previsión económica de las compañías aéreas y extremar la vigilancia y la aplicación rigurosa de la ley antes de conceder licencias para operar. Al igual que Llamazares expresó su sospecha de que este puede no ser un caso único.

FONDO DE CONTINGENCIAS

El portavoz del BNG, Francisco Rodríguez, denunció la "falta de agilidad" y"lentitud" de las autoridades públicas tanto para controlar los medios técnicos como económicos de la compañía que no cumplía con las condiciones de "mínima fiabilidad" desde el pasado verano.

"A partir de ahora", dijo, "o las compañías tiene la fiabilidad económica suficiente o se crea un fondo de contingencias como garantía para hacer frente a estas crisis".

Al igual que el resto de los portavoces, pidió un endurecimiento de las inspecciones y los cambios pertinentes en la legislación para que las autoridades puedan controlar incluso el volumen de venta de billetes.

Luis Mardones, portavoz de Coalición Canaria, pidió a Álvarez que la concesión de licencias para operar "sea más rígida" y que no sólo tenga en cuenta los elementos de seguridad de la compañía, dijo sus condiciones económicas y administrativas.

Finalmente, por el Grupo Socialista, Salvador de la Encina, señaló que si el Gobierno hubiera suspendido antes a Air Madrid "se le habría acusado de intervencionista o de actuar precipitadamente" y defendió que "se ha puesto por delante la seguridad de los pasajeros reforzando la imagen de las aerolíneas españolas".