Argumentan que para conseguir el objetivo de reducir la pobreza es indispensable garantizar que el embarazo y el parto "no sean sinónimo de muerte y daños a la salud de las mujeres", como reconoció la ONU en la Agenda del Milenio.

A pesar de ello, subrayan que se trata del único objetivo de esa agenda en la que no ha habido avances, porque el riesgo no se ha reducido para las mujeres del África Subsahariana ni Asia meridional. En 2005 murieron más de 500.000 mujeres por estas causas, el 86% de ellas en estas dos zonas del planeta.

En África Subsahariana, el riesgo de que una mujer muera por complicaciones tratables o prevenibles en el embarazo o el parto es de 1 por cada 22, mientras que en las regiones desarrolladas es de 1 por cada 7.300.

La ONU considera necesarios 2.400 millones de dólares este año y hasta 7.000 en 2015 para salvar la vida de tres millones de mujeres y siete millones de niños.

Por ello, los grupos reclaman más cooperación y también el cumplimiento de la Declaración de Abuja, suscrita en 2001 y en la cual los países africanos se comprometieron a destinar un mínimo del 15% de su presupuesto anual a la salud.

Proponen también actuar en la ONU para sensibilizar a otros países donantes, y que se apliquen nuevos instrumentos que permitan fortalecer los sistemas sanitarios de los países más vulnerables.