Botella indicó que en la actualidad ya emplean combustibles alternativos, como electricidad, gas natural, biodiésel o bioetanol, un total de 1.800 vehículos de la flota municipal. La delegada recordó que Madrid es una ciudad comprometida con el medio ambiente, que lucha por conseguir una mejor calidad del aire y que en los últimos diez años ha conseguido disminuir los niveles de contaminantes en la atmósfera, a pesar de que el parque automovilístico ha crecido en un 30%.

"Madrid, hoy, cumple con la totalidad de las obligaciones contenidas en la Ley de la Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera, y está trabajando con decisión para alcanzar los nuevos objetivos de calidad del aire que estipula la Unión Europea en 2010", afirmó.

Botella señaló que el tráfico rodado representa el principal obstáculo para conseguir una buena calidad del aire en Madrid, ya que es el responsable de más del 75% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas en suspensión. Añadió que el Consistorio estudia el establecimiento de una "zona de bajas emisiones" para evitar el acceso al centro de la ciudad de los vehículos más contaminantes, dentro de la Estrategia Local de Calidad del Aire puesta en marcha.

Recordó que en la capital entran y salen a diario más de un millón de vehículos, lo que implica que con un parque de 1,8 millones de vehículos, la intensidad media diaria del tráfico en Madrid se aproxime a los 2,5 millones de vehículos.

A pesar de ello, aseguró que, gracias a las medidas puestas en marcha por el Consistorio, el tráfico y la movilidad han mejorado notablemente, ya que en un año la intensidad de tráfico ha descendido por encima de los 100.000 vehículos diarios, lo que supone que circulen un 4,4% menos de vehículos por la ciudad y hasta un 6,6% menos por el centro de la capital.