Este presunto timador será juzgado esta semana en la Audiencia Nacional y el fiscal pide para él una pena de 4 años de cárcel, la más favorable según el nuevo Código Penal.

Según relata el fiscal, Enrique Saña, en compañía de otro socio -declarado actualmente en rebeldía-, crearon l sociedad "Tecno-cad computer S.A.", que se iba a dedicar a la enseñanza de informática y a compraventa de material informático.

Ahora bien, "en ejecución de un plan concebido y con la finalidad de obtener un ilícito beneficio, planearon y consumaron (...) una maquinación" para lograr dinero fácilmente, según dice el fiscal.

Para ello ocuparon casi todo el año 1993, en el que se dirigieron a diferentes localidades españolas, en varias provincias, donde se ponían en contacto con los ayuntamiento pra promover cursillos de informática en locales públicos.

Cobraban las matrículas y anticipos de los cursos a los interesados y luego no impartían las clases o aprovechaban unas pequeñas vacaciones (Navidad o Semana Santa) para no volver por el lugar de los hechos.

Con este "modus operandi" lograron engañar a más de 270 personas, de las localidades de Alba de Tormes y Guijuelo (Salamanca), Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), El Bonillo (Albacete), Calañas (Huelva), Cañaveral (Cáceres), Ceboll (Toledo) y Huete (Cuenca), entre otras muchas.

La mayoría de los perjudicados desfilarán la próxima semana por la Audiencia Nacional para intentar recuperar el dinero adelantado por un curso que nunca recibieron. Todos ellos aportaron cantidades de entre 15.000 y 80.000 pesetas.