La madre de la menor, María Jesús Guerra, ha pasado cuarenta días en prisión por este incumplimiento, con el que, según explicó hoy en rueda de prensa en Madrid, asegura que ha querido evitar que la niña pase más tiempo con el padre. Según su versión de los hechos, el hombre, con el que convivía durante quince años, la maltrató física y psicológicamente, y abusó sexualmente de su hija.

Según explicó hoy la abogada de la madre, Concepción Trabado, el juzgado de primera instancia número tres de Ponferrada carece de servicios psicosociales para realizar un estudio psicológico a la niña, que sólo fue analizada por un forense, que no ha podido probar los abusos porque la menor "no tiene desagarros" en la vagina. Por ello, esta abogada presentó tres informes psicológicos que el juez ha desestimado por considerar que son testimonios "de parte".

Según Trabado, fue la madre quien, a pesar de la orden de alejamiento que tiene su ex-pareja, insistió en su momento en que su hija no perdiera el trato con su progenitor. Pero, tras el primer fin de semana que la niña pernoctó en el domicilio paterno, y tras escuchar a su hija, decidió no volver a dejar a la niña con su padre.

Al incumplir así el régimen de visitas, el juez resolvió quitarle la custodia de su hija y dársela al padre. Cuando el pasado 30 de diciembre María Jesús Guerra no presentó a la niña, fue llevada a prisión, donde ha permanecido hasta el pasado 28 de feberero.

En ese tiempo, la niña ha permanecido "escondida", hasta que, desde el pasado 28 de febrero, fue a vivir a casa de su padre que, según Trabado, no la lleva al colegio, no trabaja y duerme todas las noches con la niña.

Por otro lado, la abogada denunció las amenazas que la madre y otras personas, como el director del colegio al que acude la niña, han recibido por parte de familiares del padre, que pertenecen al cuerpo de la Guardia Civil.

Ante esta situación, diferentes asociaciones de mujeres han hecho un llamamiento y han apoyado la queja presentada por María Jesús Guerra ante el Consejo General del Poder Judicial, para que se le devuelva la custodia de la niña y evitar que el padre continúe maltratándola.

Estas asociaciones, encabezadas por la Asociación de Mujeres Juristas Themis, critican también a la Asociación para la Protección del Menor en los Procesos de Separación de sus Progenitores (APROME), que gestiona en Ponferrada los puntos de encuentro en que los padres separados "intercambian" a los niños para poner en práctica el régimen de visitas. Según estas asociaciones, la "poca profesionalidad" y la "falta de imparcialidad" de APROME ha llevado a algunos de sus trabajadores a tomar partido a favor de uno de los cónyuges en éste y otros casos.

Por último, en relación con el reciente caso de Alba, la niña maltratada en Barcelona, las asociaciones denunciaron que "cuando la madre no actúa, se le considera cómplice del maltrato, pero, cuando sí lo hace, se la mete en la cárcel".