En un artículo de opinión a una página dedicado a la personalidad política de Jaime Mayor Oreja, el columnista argumenta que ese peculiar sentido de la política e los españoles hace que el ex ministro de Interior siga siendo un firme candidato a suceder a José María Aznar incluso aunque no gane los comicios vascos.

El articulista recuerda que Mayor afirmó desde el principio que la tregua declarada por ETA en septiembre de 1998 era una trampa y que defendió que el Gobierno no hiciera concesiones políticas en los contactos que se entablaron con el entorno etarra.

"Cuando ETA puso fin a la tregua en diciembre de 1999, y pronto empezó a matar de nuevo, MayorOreja se sintió reivindicado. Pero muchos nacionalistas vascos creyeron que habían saboteado lo que consideraban una oportunidad real para una paz duradera. Para esa gente, Mayor Oreja, nacido en 1951 en la localidad vasca de San Sebastián, es un traidor: un vasco que rehusa hablar en vasco, un miembro de la burguesía que se ha vendido a España. ETA le ha colocado en lo más alto de su lista", señala el articulista.

Según "The Economist", Mayor Oreja tiene siempre presente el número de víctimas mortale causadas por ETA durante su mandato como ministro de Interior, 47 en total, pero siente de manera muy especial el del concejal popular Miguel Angel Blanco, porque fue "un asesinato a cámara lenta".

Para la revista, los sondeos sugieren que el PP podría ser el partido más votado en las próximas elecciones y "quizás incluso podría, si cuenta con el apoyo socialista, formar gobierno".

"¿Y qué pasa si el PP no gana? Eso no arruinaría necesariamente sus posibilidades (de Mayor Oreja) de suceder a Aznr como primer ministro. Gane o pierda, Mayor Oreja habrá demostrado la cualidad que los españoles valoran más en sus políticos: cojones, pelotas", concluye el articulista.