El importe adjudicado se situó en una horquilla media del objetivo que se había marcado el Tesoro, que oscilaba entre los 4.500 y los 5.500 millones. El organismo liderado por Carlos Cuerpo decidió atender así los 9.315,98 millones de euros que los mercados demandaron en esta sesión.

El foco estuvo en la rentabilidad, que se disparó. En primer lugar, el Tesoro adjudicó 979,31 millones de euros en letras a 6 meses con un interés del 3,372%, muy superior al 3,129% de hace un mes. De hecho, es la mayor rentabilidad que se ofrece desde el 24 de julio de 2012, cuando la remuneración se situó en el 3,691%. La demanda en este instrumento se elevó hasta los 3.240,41 millones, por lo que la ratio de cobertura fue de 3,3.

En letras a 12 meses, la institución captó 3.985,5 millones de euros a un interés medio del 3,468%, también superior al 3,216% de abril. Esta rentabilidad también es la máxima desde julo de 2012, cuando el Tesoro otorgó a los inversores una remuneración del 3,918%. La demanda fue de 6.075,57 millones, situando la ratio de cobertura en 1,52.

PROGRAMA DE DEUDA

El Tesoro sigue así avanzando en su objetivo de financiación bruta para todo el 2023, que asciende a 256.846 millones para todo el año. La pretensión del organismo es captar el grueso de la deuda en la primera parte del año, una práctica habitual dentro de la institución pero que cobra especial importancia este año ante las sucesivas subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE).

No obstante, el organismo espera reducir su emisión neta en 5.000 millones de euros durante este año, hasta los 70.000 millones. Por tipo de instrumento, prevé que las Letras aporten financiación neta “negativa” por 5.000 millones, por lo que los Bonos y Obligaciones del Estado, junto con el resto de las deudas en euros y en divisas, financiarían un total de 75.000 millones.