La hermana del concejal asesinado hizo esta afirmación al tomar la palabra en la concentración celebrada por la AVT en la Plaza de Colón de Madrid.

Desde el escenario en el que se leyeron los discursos, Teresa Jiménez-Becerril recordó que con el asesinato de su hermano, quedaron huérfanos tres niños que entonces tenían 4, 7 y 8 años, a los que habría que explicar por qué se quiere negociar ahora con ETA.

En este sentido, afirmó que no puede hablarse de "bandos" en lo referido al terrorismo, al tiempo que añadió que Zapatero no tiene su "bendición" para "buscar una paz que yo no puedo explicar a los hijos de mi hermano".

Destacó que con ETA no debería negociarse porque si no tendría que explicar un día a sus sobrinos que la banda terrorista "no se rindió", sino que el presidente del Gobierno decidió aceptar "lo que cuando mataron a sus padres era inaceptable".

"Si quiere señor Zapatero", afirmó Jiménez-Becerril, "le mando a mis sobrinos a Moncloa y les explica usted por qué está siendo tan complaciente con quienes ordenaron la muerte de sus padres".