Medio ambiente
Un tercio del suelo del planeta está degradado, según la FAO
- Hoy se celebra el Día Mundial del Suelo
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Alrededor del 33% del suelo del planeta está moderada a altamente degradado por la erosión, la salinización, la compactación, la acidificación y la contaminación química, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Este lunes se celebra el Día Mundial del Suelo, que se conmemora cada 5 de diciembre desde 2014. Los suelos son vitales para la producción de cultivos nutritivos y filtran y limpian decenas de miles de kilómetros cúbicos de agua cada año, al tiempo que, como importante almacén de carbono, ayudan a regular las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, con lo que resultan fundamentales para la regulación del clima.
Sin embargo, la FAO asegura que “la mayor parte de los recursos mundiales de suelos se encuentran en condición mala o muy mala y que las condiciones están empeorando en muchos más casos de los que están mejorando". En particular, un 33% de la tierra está degradada.
La ONU celebra este día mundial bajo el lema 'Los suelos, origen de los alimentos', con el fin de concienciar sobre la importancia de los suelos para una producción alimentaria, una nutrición y unas dietas óptimas, y reivindicar un manejo sostenible que garantice la salud de la superficie terrestre.
Según datos de la ONU, recogidos por Servimedia, el 95% de los alimentos para consumo humano proviene del suelo, de donde proceden 15 de los 18 elementos químicos esenciales para las plantas (los otros tres son absorbidos por las plantas a través de la fotosíntesis).
Además, Naciones Unidas apunta que la producción agrícola deberá aumentar un 60% para satisfacer la demanda mundial de alimentos en 2050, pero un 33% de los suelos del planeta están degradados. No obstante, la producción alimentaria podría aumentar hasta en un 58% si los suelos se gestionan de manera sostenible.
En los últimos 70 años, el nivel de vitaminas y nutrientes de los alimentos se ha reducido de manera drástica y se calcula que más de 2.000 millones de personas en todo el mundo sufren de deficiencia de micronutrientes, también conocida como 'hambre oculta' debido a que es difícil de detectar.
La degradación y falta de nutrientes en la tierra también conlleva a que esta pierda su capacidad para producir alimentos, causando hambre, pobreza y desnutrición, mientras que si existe una concentración de nutrientes muy alta la tierra crea un ambiente tóxico para las plantas y los animales, contamina el medio ambiente y fomenta el cambio climático.
(SERVIMEDIA)
05 Dic 2022
MGR/clc/mjg