PAPA

EL TEOLOGO TAMAYO: "TODA SU VIDA HA SIDO UN EJEMPLO DE COHERENCIA"

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Juan José Tamayo, ha declarado a Servimedia que Juan Pablo II "ha sido una de las personalidades más influyentes de la historia del cristianismo de todo el siglo XX".

Tamayo destacó que el Papa ha sido "un hombre de firmes convicciones y de una fe muy arraigada, y, en ese sentido, creo que ha sido una persona muy coherente, muy consecuente. No es alguien que predica algo en lo que no cree o no es alguien que cree en lo que no vive, sino que toda su vida ha sido un ejemplo de coherencia".

"Por tanto", recalcó, "lo primero de destacar es una personalidad de gran relevancia y con un peso específico que ha marcado la historia del cristianismo de los últimos 30 ó 40 años, primero como obispo en Polonia y posteriormente como Papa".

También dijo que Juan Pablo II "ha sido una persona muy creyente, una persona de profundas convicciones religiosas". "Creo que no ha sido un cínico, sino una persona con una fe auténtica y sincera, y ha jugado un papel importantísimo en algunos de los grandes acontecimientos de los últimos 30 años, como ha sido la caída del comunismo o el reconocimiento de la Iglesia con un peso específico".

PAZ

"A mí me parece que hay que reconocer que los líderes políticos y los intelectuales y personalidades de nuestro tiempo han dirigido su mirada hacia él con profundo respeto y consideración, aun cuando pudieran no compartir sus puntos de vista", subrayó.

En este sentido, comentó que el Papa, "sobre todo, donde más ha destacado ha sido en su trabajo por la paz. Ha sido capaz de enfrentarse a los líderes mundiales más belicistas que creían que a través de la fuerza podían conseguir imponer la propia democracia. Eso, desde luego, son aspectos muy a tener en cuenta".

A su juicio, Juan Pablo II desarrolló sus 26 años de Pontificado "dentro de unos planteamientos y unos esquemas enormemente conservadores y tradicionales. Se ha enfrentado con el mundo moderno, que creo que no ha entendido, y se ha mostrado muy beligerante con la teoría de la liberación".

Así, reprochó al Papa "la condena que ha hecho a los teólogos y las teólogas que han intentado presentar el mensaje cristiano con las categorías propias de nuestro tiempo".

Finalmente, dijo, que con la muerte de Juan Pablo II, "la Iglesia católica debe iniciar un proceso de democratización para que los fieles puedan elegir al Papa y debería reformular su doctrina y su fe a las nuevas categorías de nuestro tiempo".

"Es condición necesaria para que el cristianismo tenga relevancia y juegue un papel en el futuro. De lo contrario, se convertirá en un resto del pasado y en un fósil que no influirá para nada en la marcha del mundo", concluyó.

(SERVIMEDIA)
03 Abr 2005
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