EL TEOLOGO JUAN JOSE TAMAYO ASEGURA QUE LA DESTITUCION DE GAILLOT SUPONE UN ABUSO DE PODER "INTOLERABLE" POR PARTE DEL VATICANO

MADRID
SERVIMEDIA

El secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Juan José Tamayo, aseguró hoy que no le srprendió la destitución por el Vaticano del obispo de Evreux (Normandia), Jacques Gaillot. "Lo veía venir aún cuando me parece intolerable", dijo, "porque supone un abuso de poder y una injerencia en la marcha de una Iglesia nacional".

Juan José Tamayo manifestó a Servimedia que incluso le sorprendió que el Vaticano no ejecutara antes la medida, ya que le parece "la postura más coherente con toda una concepción verticalista y autoritaria de la Iglesia y con toda una línea seguida en los tres últimos qinquenios, marcados por una trayectoria de carácter involucionista y neoconservador".

El secretario general de la Asociación de Teólogos Juan XXIII señaló que le extrañaba que el Vaticano no condenara o sancionara al obispo de Evreux cuando éste se expresaba con total libertad, acusando en ocasiones a la jerarquía eclesiástica de autoritarismo.

No obstante Jacques Gaillot ya fue amonestado el año pasado por el presidente de la Conferencia Episcopal gala, que había recibido quejas desde el Vatican por las manifestaciones del obispo.

A juicio de Juan José Tamayo, "Gaillot ha estado bajo sospecha desde el momento en que ha querido ejercer su episcopado proféticamente, algo que actualmente en la Iglesia es como la cuadratura del círculo".

"CORTAR LAS ALAS ALA ESPIRITU SANTO"

"Lo que ha hecho Roma ahora con Gaillot", agregó, "es como cortar las alas al Espíritu Santo. No porque el obispo francés sea el Espiritu Santo, sino porque en Gaillot el espíritu habla proféticamente".

El teólogoespañol indicó que en nuestro país sería más difícil que se diera una situación similar a la ocurrida en Francia con Gaillot, ya que "la jerarquía española es mucho más dócil a las normas del Vaticano".

"No hay mas que ver", argumentó, "los posicionamientos que está adoptando la Conferencia Episcopal en diferentes temas, como los relativos a la exclusión de los divorciados de la Eucaristía, a la enseñanza de la Religión en la escuela, a la prohibición de los métodos anticonceptivos o a la presencia dela Iglesia en la sociedad democrática".

Asimismo, dudó de que en el supuesto de que sí se produjera en España una destitución de este tipo la reacción popular alcanzara la dimensión que ha obtenido en Francia.

Para Tamayo, "es tal el distanciamiento, la ruptura que existe entre la jerarquía y la sociedad en nuestro país que es muy difícil una reacción de solidaridad con ella. El pueblo sale a la calle cuando se siente tocada una persona que es del pueblo, pero difícilmente abandera una defensa cundo las personas no pertenecen a ese pueblo, sino que mas bien se mueven en otras esferas más distanciadas".

(SERVIMEDIA)
16 Ene 1995
GJA