Tenía varias puñaladas en la espalda ------------------------------------
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Miembros del Cuerpo Nacional de Policía localizaron esta tarde en Madrid el cadáver de María Isabel Leo González, de 32 años, enfermera del Hospital Gregorio Marañón que desapareció en extrañas circunstancias el pasado día 2. La víctima presentaba varias puñaladas en la espalda, según informaro a Servimedia fuentes policiales.
La mujer, que estaba vestida con sus ropas, fue hallada en el interior de su coche, un "Seat Ibiza Junior" de color blanco, matrícula de Madrid, M-8305-HS, aparcado frente al número 1 de la calle Nicolás Salmerón, en el distrito de Ciudad Lineal.
El cadáver estaba tapado con una manta y pudo ser encontrado gracias a la llamada de un vecino, que comunicó con la centralita de la Policía Nacional para explicar a los funcionarios que del vehículo salía un fuerte olor
Este hecho hace sospechar a los miembros del Grupo de Homicidios, encargados de las investigaciones, que la mujer murió poco después de su desaparición, o incluso el mismo día. Asimismo, vecinos de la zona explicaron que el vehículo estaba correctamente aparcado en el mismo lugar desde hacía varios días.
El cuerpo sin vida de María Isabel Leo González fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, para practicarle la autopsia.
La enfermera, que tenía dos hijos, se encontraba en paradero desonocido desde las siete de la mañana del pasado día 2, momento en el que abandono su trabajo, una hora antes que sus compañeras, al disponer de un permiso de lactancia.
Su desaparición fue denunciada por su marido en la comisaría de Los Cármenes. La víctima trabajaba en una unidad de cirugía del Hospital Gregorio Marañón, en donde, según fuentes sindicales, atendió tanto a presos comunes como a terroristas.
BUENAS RELACIONES
La noticia de la muerte de María Isabel Leo causó una gran consternacin entre los compañeros de la víctima, que explicaron que el comportamiento de la enfermera era normal y mantenía buenas relaciones con la mayoría de ellos.
Fuentes del comité de empresa del centro sanitario explicaron a Servimedia que, tras la desaparición de su compañera, estudiaron la posibilidad de distribuir su fotografía en los hospitales para facilitar su localización, aunque la policía les recomendó que no lo hicieran para no entorpecer las investigaciones.
El urólogo Eugenio Rivero Sánche, de 56 años, que también trabajó en el Gregorio Marañón, falleció ayer después de recibir un tiro en la nuca el pasado domingo.
Un hombre le disparó a bocajarro cuando salía de su casa, situada en la calle Castelló. En el lugar de los hechos fue encontrado un casquillo del calibre 9 milímetros.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 1991
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