Esta es una de las conclusiones de un informe elaborado por la Secretaría de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO con el objetivo de analizar los datos de siniestralidad entre 2012 y 2021 en España, y en el que también se pone de relieve que “los contratos fijos discontinuos también muestran una incidencia mucho más elevada que los indefinidos”.

“Hay esperanzas de que la reforma laboral reduzca la temporalidad y la siniestralidad asociada, pero para CCOO no sería suficiente; es necesario impulsar políticas públicas decididas en materia de prevención de riesgos laborales”, añade el sindicato.

El estudio explica que, mientras que los accidentes de trabajo tienen un marcado perfil masculino ligado a las actividades y ocupaciones en las que se emplean, la incidencia de accidentes in itinere es mucho más alta en mujeres y las causas pueden situarse en que el mayor porcentaje de contratos a tiempo parcial no deseados (más desplazamientos entre trabajos) corresponde a mujeres y en la mayoritaria asunción por parte de las trabajadoras de las tareas de cuidados de la familia y del hogar.

Por sectores, la construcción es el sector con mayor siniestralidad, seguido a gran distancia por industria y sector agrario, mientras que los servicios es el único sector por debajo de la media.

Por otra parte, el estudio señala que “la ocupación es el factor más asociado a la clase social y la variable que presenta mayor desigualdad entre sus diferentes categorías, situándose con las incidencias más altas aquellos colectivos asociados a menores ingresos y cualificación profesional, llegando a multiplicarse por 235 la diferencia entre la incidencia mínima y máxima”.

Por nacionalidad, las personas extranjeras tienen una incidencia superior a la media, pero en determinadas nacionalidades como las personas procedentes de países africanos y una buena parte de latinoamericanas la siniestralidad se “dispara”.

ENFERMEDADES PROFESIONALES

El estudio también denuncia que el subregistro de enfermedades profesionales ha empeorado con la pandemia, ya que “se ha regresado a niveles de comunicación de 2016”.

Asimismo, destaca que las enfermedades profesionales “tienen rostro de mujer”, dado que la incidencia de los partes comunicados en mujeres es superior a la de los hombres desde 2013, aumentando su diferencia hasta 2019.

CCOO también subraya que el 84% de las enfermedades profesionales comunicadas son trastornos musculoesqueléticos. “Las Mutuas reconocen muy pocos casos del resto de grupo de enfermedad al estar asociados a procesos de recuperación más costosos”, añade el sindicato.

EL CÁNCER, OCULTO

Igualmente, alerta de que “el cáncer laboral sigue oculto en España. En 2021 sólo se comunicaron 51 casos, 35 de ellos con baja, cuando se estiman unos 10.000 nuevos diagnósticos anuales de cáncer de origen profesional en España”.

Además, sostiene que los daños causados por los riesgos psicosociales no están en el cuadro de enfermedades profesionales y solo se han comunicado 72 partes de accidente de trabajo por trastornos mentales.

En cuanto a la pandemia, CCOO resalta que se registraron 26.000 partes como accidentes de trabajo entre 2020 y 2021 por contagio de covid-19, mientras que solo el Ministerio de Sanidad reconoce cerca 180.000 diagnósticos en personal sanitario en ese periodo.

Por territorios, en cuanto a notificación de enfermedades profesionales, Navarra, La Rioja y Murcia son las autonomías con mayor incidencia, pero el sindicato ve “especialmente preocupante” que las 3 comunidades con mayor volumen de población activa (Cataluña, Madrid y Andalucía) “estén por debajo de la media. Además, Cataluña y Madrid han retrocedido en su incidencia desde 2012 un -28% y -25%, respectivamente.

Finalmente, el informe indica que la duración media de las bajas por enfermedad profesional casi se ha duplicado desde 2012, lo que según CCOO se justifica, entre otros factores, por el “retraso en el diagnóstico de estas patologías”.