Toro-Garland, que participa en Soria en el I Simposium Internacional sobre el Temple, explicó que el descubrimiento del Nuevo Continente formó parte "de la intensa actividad marítima de, entre otras, los 'nobles e importantes' Nicolo y Antonio Zeno, que contactaron en el mar del Norte con el conde escocés Sinclair, interesado en los viajes por mar hacia occidente".

Por otra parte, Antonio Ruiz Vega, ibicenco afincado en Soria, enumeró, durante la tercera jornada del encuenro, más de quince lugares en esta provincia donde ha quedado algún poso templario, "no sólo de tipo histórico o documental, sino los que han servido para ambientar leyendas".

Ruiz Vega resaltó también "el papel que pudieron jugar los templarios en la conservación del legado celtívero", que se manifiesta, en su opinión, en numerosas fiestas y tradiciones populares.

En la tercera de las "comunicaciones" -como las denominan los miembros de la Orden- el arquitecto Juan Basegoda Nonell explicó que en os límites de Tarragona con Zaragoza y Teruel, se conformó, desde mediados del siglo XII, un feudo de caballeros templarios, tras la cesión de tierras por el conde de Barcelona, Ramón Berenger IV, que se las había arrebatado a los musulmanes.

Esta primera reunión internacional del Temple finalizará mañana, domingo, con un acto de clausura por parte del presidente de honor de las jornadas y consejero de Cultura de la Junta de Castilla-León, Emilio Zapatero.