El profesor Alonso explicó que la violencia televisiva afecta de forma diferente a los sujetos, dependiendo de su edad. "En niños de 1 a 5 años", añadió, "la exposición a imágenes violentas genera una violencia especial. Se vuelven más inquietos, pegan patadas y chillan más. En cambio, en los adultos, la violencia nac de las distorsiones de la realidad y del amarillismo que transmite el medio".

El psiquiatra, que leerá su trabajo sobre "Adicciones sin Droga" durante la sesión inaugural del curso de la Real Academia Nacional de Medicina, cree que la teleadicción de los niños nacen por descuidos en la tutela de sus padres, a los que recomienda acompañar a sus hijos cuando vena televisión.

También señaló que a las niñas les afecta menos los mensajes de la televisión que los niños. "Hace unos años se creía que sedebía a que los protagonistas de la violencia televisiva eran hombres, pero hoy sabemos que el papel más afectuoso asignado a la mujer en nuestra sociedad y el desarrollo intelectual más rápido de las niñas actúan como protectores ante la violencia", dijo.

OTRAS ADICCIONES SIN DROGA

El profesor Alonso recordó que, a partir de la década de los 80, en las sociedades modernas nace un grupo de adicciones que no están provocadas directamente por una droga. Estas personas, a su juicio, son enfermos que deen ser tratados en el Sistema Nacional de Salud.

Las adicciones más frecuentes incluidas en este grupo están provocadas por alimentos, el sexo, las compras, el juego, el trabajo o la televisión. "Generalmente", añadió, "la adicción está sustentada en su personalidad, aunque está provocada por factores ambientales. Las personalidades que caen antes en este tipo de adicción son personas narcisistas e impulsivas".