EL TELÉFONO DE ATENCIÓN AL MAYOR REGISTRÓ 45 DENUNCIAS DE MALOS TRATOS EN LOS SEIS PRIMEROS MESES DEL AÑO
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El Teléfono de Atención a Situaciones de Maltrato de Personas Mayores (900 858 381) recibió en los seis primeros meses de este año un total de 95 llamadas, de las cuales 45 denunciaban situaciones de presuntos malos tratos a ancianos.
El resto de las llamadas avisaban sobre incidencias irregulares de algunas residencias o solicitaban información y asesoramiento. Respecto al mismo período del pasado año, las denuncias por posibles malos tratos a ancianos recibidas en este teléfono y tramitadas por la administración autonómica han disminuido en 18.
El 65% de las denuncias realizadas a través de este teléfono durante el primer semestre procedían de personas anónimas, el 14% de vecinos de los mayores, el 11% de familiares y el 10% restante de los presuntamente agredidos. Por provincias en Sevilla se produjeron el 51% de las denuncias, con un total de 23; seguida de Málaga y Cádiz (5 cada una); Granada (4); Jaén (3); Huelva y Córdoba (2 cada una); y Almería (1).
Las quejas que motivaron las llamadas respondían a presuntos maltratos en el ámbito familiar (11); abandono o desamparo de los mayores por parte de la familia (9); falta de atención o situaciones de maltrato en instituciones privadas (6), y expoliación patrimonial (2).
Las denuncias se han ido tramitando a través de las Delegaciones Provinciales de la Consejería, con la intervención de los Servicios Sociales Comunitarios, la Inspección de la Junta o, incluso, de la Fiscalía.
Este teléfono gratuito que gestiona la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social desde 1999 para la detección de situaciones de riesgo que afecten a las personas mayores ha registrado un total de 1.434 llamadas en los últimos siete años de las cuales más del 31% denunciaron situaciones de presunto maltrato.
El perfil de la persona mayor en riesgo de maltrato es el de una mujer viuda, de más de 75 años, con alguna enfermedad grave crónica o progresiva (demencia senil, alzheimer o parkinson), que depende de su cuidador y, en la mayoría de los casos, padece aislamiento social.
El perfil del presunto maltratador, suele ser familiar del anciano, depende económicamente de la víctima, tiene antecedentes de violencia doméstica y es consumidor habitual de fármacos, alcohol o drogas, lo que produce graves alteraciones de personalidad, según ha informado la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social.
(SERVIMEDIA)
24 Ago 2005
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