Velázquez, que acudió a la Comisión de Infraestructuras, señaló que "no tenemos interés en seguir como accionistas de Amper, y que mejor que cuando sea posiblke venderle a Indra el resto del capital que aún mantenemos" en la empresa fabricante de equipos.

Tras la reciente opción de venta del 4 por cien de Amper a Indra aún sin ejecutar, Telefónica conserva una participación del 11,35 por cien.

A pesar de estas manifestaciones, el presidente de Telefónica se mostró convencido del esfuerzo de su grupo por apoyar a las industrias españolas de equipos de telecomunicaciones, y cifró entre 1.000 y 1.200 millones de dólares las compras realizadas por las filiales extranjeras de Telefónica empresas fabricantes españolas.

Estos datos representan un crecimiento significativo respecto a 1993, ejercicio en el que esas comras alcanzaron los 650 millones de dólares.

Velázquez se refirió a también a la filial de Telefónica Sintel, en la que justificó el ajuste laboral y económico propuesto por la dirección, al asegurar que, de no ser por una medida de este tipo, la empresa hubiera entrado en una situación de suspensión de pagos, al tiempo que cifró en unas 600 personas los excedentes laborales detectados en la compañía.