Estas manifestaciones ignifican que, desde la óptica del equipo que encabeza Juan Manuel Eguiagaray, las garantías de los cinco consorcios para los actuales intereses industriales del sector, resultarían "suspensas" en el "examén" del concurso de telefonía móvil.

Moltó, que ya ha mantenido encuentros con responsables de los consorcios candidatos a un negocio que se estima en torno a los 200.000 millones de pesetas al año, dijo que el Ministerio de Industria desea seguir de cerca este proceso, para no dejar pasar una ocasió clara que permitirá consolidar una parte importante del tejido industrial y tecnológico español.

Según explicó "hasta ahora, lamentablemente, las informaciones que voy recibiendo de estos candidatos a segundo operador acreditan que hay una insuficiente elaboración de estas propuestas industriales que compensarían la obtención de la licencia".

El secretario de Estado de Industria señaló a Servimedia que "no estamos hablando tanto en torno al empleo, como a la consolidación de industrias ya instaldas o de otras nuevas".

No obstante, expresó su preferencia porque las contrapartidas industriales que se ofrezcan "no sean tanto para competir con la industria ya instalada en España, como para completarla y que permita avanzar en la internacionalización de nuestra empresas de telecomunicaciones o de otro sector industrial".

Para el responsable de Industria,este nuevo mercado que se abre en España ofrece, a parte del negocio inmediato interior, una posición muy interesante de apertura futura aotros mercados externos desde una ubicación geográfica de privilegio en el lado sur de Europa, y que, por tanto, "no puede plantearse sólo desde la óptica del operador, haciéndo que, por omisión, el sector industrial salga perjudicado de un momento histórico como este".

Las contrapartidas industriales ofrecidas hasta ahora, señaló, sólo hablan de traerse sus equipos de fuera y no "tirar" de lo que ya se está haciendo aquí, "o al menos, realizar propuestas que permitan completar lo que se está haciendoaquí".

Asimismo, indicó que el Ministerio no ha planteado la compra de Amper, sometida a un proceso de suspensión de pagos, como una de las contrapartidas que el Ministerio vería aceptable, porque "dicho sea con todos los respetos, en ningún caso consideraríamos que Amper es una inversión industrial suficiente".