Leguina declaró a Servimedia que la venta del 91 por ciento de las localidades a la Banca Nacional de París "es la muestra de la mercantilización que se está produciendo no sólo en el Teatro Real, sino que amenaza a otras instituciones".

En este sentido, señaló que "es un pequeño escándalo el hecho de que se pueda realizar una función en exclusiva para una empresa. Eso recuerda algunas historias del siglo XIX, donde había ricachos que cerraban la función de la señora Bernal y la veían ellos solos porque estaban enamorados de ella".

A juicio del diputado socialista, la venta de la inmensa mayoría de las entradas a un sólo comprador "parte de una concepción completamente elitista, pero de la elite del vison, no de la elite del talento".