Según los antecedentes de la sentencia, difundida hoy, Ana Obregón reconoció por escrito al fotógrafo italiano Mimo Cattarinich "el pleno derecho de distribuir en todo el mundo, con fines periodísticos" y gratuitamnte una serie de fotografías que éste le había hecho en el mes de enero de 1985.

Algunas de esas instantáneas, que habían sido "seleccionadas y aprobadas" por ella misma, se publicaron en la revista "Interviú" en el mes de marzo de ese año, y en noviembre del año siguiente, 1986, se publicaron también en la revista "Playboy España".

Obregón trató de impedir la publicación de esas imágenes en "Playboy" mediante un requerimiento notarial, pero los responsables de Editorial Origen, empresa que publia la revista, aseguran que recibieron ese requerimiento cuando el proceso de impresión y distribución estaba ya muy avanzado, por lo que no se pudo evitar su venta.

La actriz y presentadora televisiva presentó una demanda en el Juzgado de Primera Instancia de Barcelona por intromisión ilegítima en el honor, la intimidad y la propia imagen, pero la autoridad judicial rechazó esta acusación por considerar que Obregón había consentido libremente a la utilización de las fotos.

La Audiencia Territoria de Barcelona y el Tribunal Supremo ratificaron estos argumentos, denegando en sucesivas vistas, cualquier exigencia por parte de la demandante en lo que se refiere a la vulneración de sus derechos.