De ellas, la mayoría fueron impuestas a taxistas ue recogieron a los viajeros fuera de los lugares establecidos de parada e, incluso, dentro de las instalaciones del aeropuerto, motivo por el que anoche los agentes realizaron una intervención, al detectar a un taxista que estaba recogiendo a pasajeros fuera de la parada, lo que está prohibido.

Los funcionarios le recordaron que debía esperar su turno en la fila de taxis, lo que no fue acatado por el conductor, quien insultó a los agentes y arremetió con su coche contra uno de los policías, que pudo vitar el golpe, huyendo posteriormente.

También anoche, otro trabajador del servicio del taxi agredió a un agente de la Policía Municipal cuando éste le recriminó por haber cometido una infracción de tráfico en las inmediaciones del aeropuerto.

El incidente ocurrió a primeras horas de la pasada noche en la terminal de salidas internacionales del recinto, donde un taxista, R.B.G., conducía su vehículo en dirección prohibida, lo que fue observado por una patrulla policial que vigilaba el aeropuerto que recriminó la infracción al conductor.

Este respondió insultando y haciendo caso omiso de las indicaciones de los agentes, quienes, ante la actitud del taxista, volvieron a detener el vehículo, momento en el que el conductor agredió a uno de los agentes, que tuvo que ser asistido de heridas leves en el botiquín del aeropuerto.

Otros de los motivos de las denuncias impuestas a estos profesionales son los cobros abusivos así como la falta de la lista de precios colocada en un lugar visible del ehículo, que es obligatorio para los profesionales de este servicio.

Sin embargo, las mismas fuentes explicaron que, debido a la presencia de los agentes en el aeropuerto, el número de denuncias contra los taxistas ha descendido en las horas diurnas, aunque por la noche todavía sigue siendo el período en el que se detectan la mayoría de las irregularidades, como las timbas, en las que los taxistas se llegan a jugar a las cartas sus licencias.

También por la noche siguen actuando numerosos taxista "piratas", personas que, con su vehículo particular y careciendo de licencia, prestan este servicio especialmente a los extranjeros, a quienes posteriormente, cobran unos importes desorbitantes por los viajes.