egún "Le Monde", la carta, enviada la semana pasada, señala que las "mujeres extranjeras han sido vistas conduciendo vehículos por ciudad, lo que es contrario a la tradición afgana y nefasto para el medio ambiente. En el futuro, las mujeres extranjeras no deberán conducir y tendrán que respetar la tradición afgana de nuestro país".

Si esta prohibición se pone en práctica, se temen serios problemas en el trabajo de las organizaciones humanitarias, lo que se añadiría al problema de la sequía y la persección que amenazan a más de un millón de afganos, en riesgo de morir de hambre.

La Organización de las Naciones Unidas ha advertido de que podría suspender las operaciones humanitarias vitales en el país debido al hostigamiento al que está siendo sometido su personal por los talibanes y sus aliados.

Los talibanes, que controlan casi la mayor parte del país, han impuesto la charia, ley islámica, en una visión particularmente estricta que prohibe a las mujeres trabajar, exceptuando el sector sanitaro, y les obliga a cubrirse completamente la cara en público. No existe ninguna ley que impida conducir a las afganas, pero el hecho de estar obligadas a llevar el velo o burqa imposibilita completamente la conducción.