TABLAS DE DAIMIEL. SOLO UN 2,5% DE LA SUPERFICIE DEL PARQUE NACIONAL TIENE AGUA
- La directora el parque ve "muy díficil" realizar un trasvase ante la precaria situación de los embalses de cabecera del Tajo
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La directora conservadora del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), María Jesús Sánchez, considera "muy difícil" que, a pesar de la situación crítica que presenta el parque con sólo un 2,5 por ciento de su superfice encharcada, este año puede recibir un trasvase desde los embalses de cabecera de la cuenca del Tajo, como sucedió en 1994. María Jesús Sánchez declaró hoy a Servimedia que la escasez de reservas en los embalses de Entrepeñas y Buendía, que se encuentran al 11 por ciento de su capacidad total, hace que se los responsables del parque nacional se estén planteando la conveniencia de solicitar un nuevo trasvase.
"El trasvase", dijo, "es una posibilidad que no descartamos, pero tenemos muy poca esperanzas en que se conceda, si no cambia la situación de Entrepeñas y Buendía. En cualquier caso, es una decisión que hay que medi y sopesar mucho, teniendo en cuenta los problemas de abastecimiento a poblaciones que están surgiendo en numerosas provincias".
El año pasado, la Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura aprobó dos envíos, uno de diez hectómetros cúbicos y otro de cinco, al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
Sin embargo, apenas llegó agua al parque, ya que la elevada filtración que se produjo en el cauce del río Cigüela, al estar seco, hizo que se quedará en el camino.
LOS PANTANOS VACIO
Cuando se autorizó el primer envío el año pasado, en el mes de enero, el embalse de Entrepeñas estaba al 20 por ciento de su capacidad y el de Buendía al 14,5 por ciento, por lo que la situación, fundamentalmente del primero, era significativamente mejor que la que presentan en la actualidad estos pantanos.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel tiene una superficie cercana a las 2.000 hectáreas, de las cuales sólo 50 están encharcadas ahora.
A la ausencia de lluvias se une la no menoscrítica situación por la que atraviesa el acuífero 23, que abastece a este espacio natural y que, a pesar de la declaración de sobreexplotación, podría agotarse este mismo año.
"Si el acuífero 23 se queda sin agua", señaló María Jesús Sánchez, "será muy grave, y más que para el parque para las poblaciones manchegas a las que abastece, porque hay 300.000 personas que dependen de este acuífero".
(SERVIMEDIA)
12 Ene 1995
GJA