El estudio fue realizado por la firma Análisis Sociológicos, Económicos y Políticos (ASEP) durante el mes de abril de 2003 sobre una muestra aleatoria estratificada de 1.205 personas mayores de edad residentes en España (568 para el caso de los trabajadores).

El 76% de los encuestados afirma estar de acuerdo con la aplicación en oficinas del Plan de Prevención del Tabaquismo y el 54% considera necesaria la adopción de medidas ara mejorar la calidad de aire en sus lugares de trabajo, donde el olor a tabaco (27% de los casos) y a sus humos (25%) se encuentran entre los inconvenientes más frecuentes que detectan en sus entornos laborales.

La preocupación por la calidad del aire que se respira en el trabajo es algo frecuente en el medio laboral, como declara el 61% de los empleados. Un 26% dice haber tenido la sensación de ojos llorosos o dolores de cabeza, mientras que un 24% manifiesta haber padecido toses y un 23% carrasper.

La sequedad de la piel, motivada por la deficiente calidad del aire interior de las oficinas, es otra de las molestias que afirma padecer un 14% de los encuestados.

De las diferentes enfermedades atribuibles a la mala calidad del aire, son la gripe y los catarros prolongados las afecciones más frecuentes (48% dicen haberlas sufrido), las migrañas (18%), alergias (17%), sinusitis (12%) y asma (7%).