El TS rechaza así adoptar la medida cautelarísima de anulación de su nombramiento tal como le pedía en un recurso el vocal del Consejo Wenceslao Olea, así como el secretario general del órgano de gobierno de los jueces, José Luis de Benito, que había pedido que el pleno extraordinario en el que se nombró a Mozo fuera anulado.

El Supremo no aprecia la necesidad de una decisión urgente que implicaría anular el nombramiento sin siquiera escuchar al CGPJ. Así, el TS esperará a conocer las alegaciones del Consejo y volverá a deliberar sobre la nulidad del nombramiento en calidad de medida cautelar, que no reviste esa urgencia.

El recurso de Olea planteaba la nulidad como medida cautelarísima sobre la que el tribunal está obligado a pronunciarse en un máximo de 48 horas ‘inaudita parte’, es decir, sin ni siquiera escuchar al CGPJ. Este vocal fue el único que votó en contra de designar a Mozo como sustituto de Lesmes, frente al voto de 16 miembros del Consejo.

La situación de bicefalia que vive el Poder Judicial se escenificó este mismo martes durante la jura de la que fuera fiscal general del Estado hasta julio pasado, Dolores Delgado, de su nuevo destino como fiscal de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo.

En este acto solemne coincidieron, por primera vez, los presidentes provisionales del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Rafael Mozo.

Lesmes presentó su renuncia el 10 de octubre ante la “insostenible” situación de la justicia provocada por la no renovación del CGPJ, que lleva cuatro años con el mandato caducado. Antes de marcharse, encargó un informe al gabinete jurídico del Consejo que defendía su sustitución “automática” por Marín, que debía aunar las dos presidencias.

Pero la situación de rebeldía en el seno del CGPJ se extendió también a los criterios sobre su sucesión, y una amplia mayoría de 16 vocales prefirió apostar por que su sustituto provisional fuera el vocal de más edad. La decisión fue recurrida ante el Supremo por el único vocal que votó en contra y por el secretario general de la institución. Ahora podría ocurrir que el Supremo tuviera que analizar los recursos con un Consejo ya renovado si culminan las negociaciones entre el PP y el Gobierno.

En el acto de esta mañana, Mozo se sentó en un sillón colocado fuera del estrado donde se situaba la presidencia del acto con Marín Castán a la cabeza y sin nadie colocado a su lado, en un lugar que está destinado a los representantes del Estado o a antiguos presidente del Poder Judicial.