EL SUPREMO DA LA RAZON A SALARRULLANA POR SU LIBRO SOBRE SECTAS
- Un miembro de la Iglesia de la Cienciología denunció a la ex diputada por delito contra el honor
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El Tribunal Supremoha dado la razón a la ex diputada Pilar Salarrullana, que fue denunciada por un miembro de la Iglesia de la Cienciología tras la publicación del libro "Las sectas. Un testimonio vivo sobre el mesías del terror en España".
En una sentencia hecha pública hoy, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo absuelve a Salarrullana, a quien Rogelio López Garrido exigía una indemnización de 25 millones de pesetas por atentar contra su honor en el citado libro. Los magistrados consideran que, en este caso, el dereho a informar prima sobre el derecho al honor.
En su libro, la entonces diputada recogía unas declaraciones realizadas por el demandante durante una reunión mantenida en un despacho del Congreso de los Diputados, en la que Rogelio López Garrido pretendía convencerla de que acudiera a una entrevista con el presidente de la Iglesia de la Cienciología, el Reverendo Jentzsch, que entonces se encontraba en libertad bajo fianza.
El Supremo destaca además que Salarrullana había sido objeto de numerosas menazas, por lo que la sugerencia de un encuentro con el máximo responsable de la Iglesia de la Cienciología "le produjo verdadero miedo".
Para ello, el demandante relató cómo la adhesión a la secta hacía a los adeptos superar sus desgracias, y recordó que él mismo fue "toxicómano", "una piltrafa humana" que "había llegado a amenazar de muerte a su madre", declaraciones que Salarrullana recogió en su libro.
Para el Alto Tribunal, "toda información que pueda tener un resultado difamatorio no incure en ilicitud" cuando se sustenta sobre un hecho "veraz", como es este caso, más aún cuando se trata de un tema de "interés general, como es el constituido por el mundo de las sectas y sus efectos familiares y sociales".
Asimismo, subraya que la ex diputada no tenía ninguna obligación de guardar en secreto las declaraciones del demandante, puesto que éste se dirigió a ella como parlamentaria, no a una persona de confianza o de su entorno íntimo, con el ánimo de "catapultarse a las esferas de lo públic", "desvelar públicamente el mundo de la sectas" y difundir las excelencias de la Iglesia de la Cienciología.
(SERVIMEDIA)
09 Dic 1999
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