EL SUPREMO CONDENA POR TENTATIVA DE HOMICIDIO A DOS JOVENES QUE SE PELEARON EN UN HOSPITAL CON OTRO AL QUE YA HABIAN APALEADO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha condenado por tentativa de homicidio a ds jóvenes que se pelearon tres veces en la misma noche con otro joven. El tercer enfrentamiento tuvo lugar en el hospital al que habían acudido para curarse las heridas que se hicieron en el segundo encuentro.
Los condenados son Juan M.P y Oscar M.R., de 26 y 22 años, respectivamente. La Audiencia Provicional de Girona les condenó al primero a dos años y 10 meses de prisión y al segundo a 6 meses de cárcel, al encontrarles culpables de un delito de lesiones, sentencia que ha sido modificada ahora por l Supremo.
Los hechos que han dado lugar a la sentencia tuvieron lugar en Girona, en la madrugada del 12 de septiembre de 1997, cuando la víctima, Eduardo C., salía del local Sala del Ball y los acusados, que entonces tenían 23 y 19 años, le rozaron con el espejo retrovisor del coche al pasar "a velocidad excesiva" por su lado.
Ante los "ademanes y gritos" recriminatorios que les dedicó la víctima, Juan M.P. se bajó del coche y "sin mediar palabra, le propinó un puñetazo en el rostro", lo que diólugar al primer enfrentamiento, que no llegó a mayores gracias a que intervinieron los amigos del agredido.
Los dos acusados, "con clara intención de continuar la pelea", aparcaron el coche más adelante y cogieron sendas barras de hierro y de madera con las que golpearon a la víctima, quien terminó con una fractura en la cabeza y la nariz rota.
Una vez que la pelea terminó por la intervención de varios transeuntes, la víctima se dirigió al Hospital Josep Trueta, sin saber que sus agresores tambié había acudido al mismo centro.
Una vez allí, la víctima, que era llevada en silla de ruedas a una sala de curas, llamó en repetidas ocasiones "hijo de puta" a uno de sus agresores, quien, al oir los insultos, "preso de un estado anímico de perturbación", empujó a la enfermera que le atendía y se enzarzó en otra pelea.
"¡MATALO!"
El otro acuado, Oscar M. se sumó al enfrentamiento, propinando golpes y patadas a la víctima, hasta que fue retenido por un guardia de seguridad del hospital, mientrasel otro continuaba agrediendo "brutalmente" al denunciante, ya en el suelo, con los extremos metálicos de una silla, al tiempo que su compañero le gritaba "mátalo".
Para el Supremo, la intención homicida de quien golpeaba a la víctima con la silla es tan patente como la del otro acusado, quien, con sus gritos, "dejó bien claramente expresado cuál era el ánimo que le guiaba cuando ayudaba a Juan en la agresión". Además, añade que la ayuda de éste último fue "imprescindible" para el desarrollo de los acntecimientos.
Según el Alto Tribunal, ambos condenados eran conscientes de la "clara ventaja" que tenían sobre la víctima cuando se pelearon con ella en el hospital y se aprovecharon de su estado físico. "Se hallaba en una silla de ruedas de la que fue arrojado al suelo por los golpes y patadas recibidas", recuerda el Supremo.
Por estas razones, el Supremo condena a Juan M. a un total de 8 años de prisión, por un delito de lesiones y otro de tentativa de homicidio, delito del que también encuentr responsable como cooperador necesario a Oscar M., a quien impone 5 años de prisión. Ambos deberán indemnizar a la víctima con 3.524.026 pesetas.
(SERVIMEDIA)
09 Mar 2000
VBR