En dicho mes, los bancos pagaban un tipo medio del 8,18 por ciento, prácticamente lo mismo que el 8,2 por ciento con que retribuían a sus cuentacorrentistas el pasado mes de junio, después de bajar un 0,45 por cien el interés pagado en mayo.

El tipo pagado ahora es dos puntos y medio inferior al máximo alcanzado en el cénit de la "guerra del pasivo", en diciembre de 1990, cuando los bancos privados, en su afán por no perder cuota de mercado, llegaron a pagar un 10,73 por cien.

El estrehamiento de los márgenes financieros provocado por ese aumento de los tipos y el paulatino desplazamiento hacia los fondos de inversión de la lucha para captar nuevo pasivo son dos de las razones que explican la actual caída.

Ese recorte de intereses ha estrechado las diferencias con los intereses pagados por las cajas de ahorros, que se mantienen prácticamente estabilizados a lo largo de año y situan ahora en una media del 6,77 por cien.

CREDITOS

Por otra parte, la bajada en la remuneración delas "supercuentas" en junio fue acompañada de un recorte en los intereses cobrados en algunas modalidades de créditos, especialmente en los préstamos a más de tres años, cuyo tipo pasó del 17,47 al 16,75 por cien.

Asimismo, los créditos hipotecarios de la banca privada bajaron del 15,18 al 14,94 por ciento, 0,7 puntos menos que a principios de año, pese a lo cual siguen siendo los más caros del sistema crediticio.

Los más baratos son los cobrados por las entidades oficiales de crédito, que en juno aplicaban un tipo medio del 14,23 por cien; seguidas de las cajas de ahorros, con un 14,51 por cien; y las sociedades de crédito hipotecario, con un 14,67.

En lo que se refiere a otros préstamos, las cajas de ahorros conceden a intereses más bajos los de consumo (17,76 por ciento frente a 19,04 por cien), pero cargan intereses algo mayores en los préstamos a más de tres años y en el descuento comercial a tres meses.

Las cajas de ahorros también tratan algo mejor a sus grandes clientes, ya que e tipo preferencial que aplican a éstos es del 13,11 por ciento, por un 13,3 que cobraban los bancos privados a mediados de año.