Según informaron representantes de los funcionarios, entre la mayoría de los trabajadores del centro cunde el desánimo y el miedo, un año depués de que dos peligrosos internos protagonizaran un motín que puso en grave riesgo la vida de varios funcionarios que fueron secuestrados para negociar la posterior fuga.

Los afectados no parecen haber olvidado aún aquel suceso, que, en opinión de los mismos portavoces, "puso en entredicho la política desarrollada por Asuntos Penitenciarios y reveló los problemas que siguen sufriendo algunas cárceles españolas".

Las mismas fuentes recordaron que los trabajadores denunciaron en varias ocasiones as carencias de la prisión oscense, que convierten su actividad en un riesgo diario, porque "si los presos quieren, pueden montarla en cualquier momento".

Uno de los inconvenientes que denuncian es, por ejemplo, la falta de un generador para evitar situaciones de peligro en talleres o cocinas en caso de apagones repentinos.

Las referidas fuentes aseguraron que es necesario y urgente realizar una clasificación estricta de los presos y materializar una separación de los internos más peligrosos y caaces de crear situaciones conflictivas.

Los funcionarios denunciaron, asimismo, la carencia de medios para evitar el tráfico y consumo de drogas en la prisión e insistieron en que los registros que se practican a los presos resultan insuficientes para evitar esa actividad delictiva, que genera situaciones de grave violencia en el centro.

SUBSANAN LA CARENCIA DE FUNCIONARIOS EN DAROCA

En otro orden de cosas, Asuntos Penitenciarios subsanará este mismo mes la carencia de personal de la cárcel de a localidad zaragozana de Daroca, denunciada por los sindicatos tras el motín ocurrido el pasado mes de septiembre.

La Secretaria General de Assuntos Penitenciarios tiene ya aprobado el envío de 60 funcionarios al penal darocense, lo que supondrá un incremento en la plantilla del 30% respecto al personal que presta servicio en la actualidad.

Según informaron a esta agencia fuentes del centro, la propia dirección de la cárcel y los sindicatos recibieron con satisfacción la decisión tomada en Madri.

Por el contrario, la prisión de Torrero, ubicada en la capital zaragozana, no verá ampliada su plantilla de trabajadores, compuesta de 160 funcionarios en la actualidad, a pesar de la existencia de 350 internos en una recinto con capacidad para menos de 200.