No obstante, fueron necesarios noventa minutos de reunión en la sede del Ministerio para que en la rueda de prensa conjunta posterior tanto Rajoy como Pomés coincidieran en señalar que todo había sido fruto de una "sombra de duda" que el ministro aclaró recitándole al conseller catalán los principales artículos de la LOFAGE, ley apobada y sancionada que entrará en vigor en el plazo de un mes.

Pomés agregó, a pesar de todo, que la reunión de hoy "era conveniente". Por su parte, Rajoy aseveró una vez más que en el tema de la reforma de la Administración Periférica "hay un acuerdo pleno y siempre lo hubo", y aprovechó para alabar la iniciativa del Gobierno en este terreno señalando que, "por fin hay un Gobierno con el coraje político suficiente para promover esta reforma".

El conseller de Governació regresará esta tarde a Barelona donde transimitirá el convencimiento de que los comentarios en prensa de la delegada del Gobierno en Cataluña y el calificativo empleado por Rajoy de "comprensible" el que los subdelegados pudieran ejercer determinadas funciones en materia de orden público sólo afectará a aquellas comunidades autónomas que no disponen de cuerpos policiales autonómicos.

La LOFAGE establece la desaparición de los gobernadores civiles y su sustitución por los subdelegados del Gobierno, funcionarios de carrera y no olíticos que serán nombrados por el delegado del Gobierno.

La Delegación del Gobierno será, por tanto, la única figura política y representativa del Gobierno central en cada comunidad autónoma, y sólo en aquéllas donde no haya policía propia podrán delegar determinadas funciones a los subdelegados sobre orden público. Rajoy reiteró que "esto está escrito en el texto de la LOFAGE", y así lo entendió Pomés, que en la rueda de prensa se felicitó por oírselo decir de nuevo al ministro.