Suárez Illana expresó en Rne su "espeto y admiración enorme" hacia su padre, el ex presidente del Gobierno, y hacia José María Aznar, a los que se refirió como dos "referentes ideológicos".

En su opinión, es posible que el PP venza en las próximas elecciones autonómicas, toda vez que en las últimas generales obtuvo el 53 por ciento de los votos. Su reto, explicó, es plasmar en Castilla-La Mancha "el mismo proyecto" que Aznar ofreció a todos los españoles.

El candidato popular aseguró que se siente "muy arropado" por los militants de su partido. "Han sido las bases, a través de sus comités electorales provinciales, las que me han elegido como candidato", dijo.

Frente a quienes le acusan de utilizar la comunidad autónoma como trampolín hacia la política nacional, aseguró que el suyo es "un viaje de compromiso total y absoluto con Castilla-La Mancha".

Aseguró que no maneja ningún "manual de político" y se guía sólo por los consejos de su padre, "mucha prudencia, mucho cuidado con lo que se promete, y moderación", y con su jemplo, para poder llegar a conocer los problemas de los ciudadanos y encontrar soluciones.

Los principales problemas de Castilla-La Mancha son, desde su punto de vista, el paro, la sanidad y la educación, además de la necesidad de implantar una buena red de infraestructuras. Aseguró que conoce "bastante bien" a su electorado "y a él me voy a dedicar en cuerpo y alma".