SUAREZ ILLANA DEJA SU ESCAÑO EN LAS CORTES DE CASTILLA-LA MANCHA TRAS FRACASAR EN SU INTENTO DE TOMAR EL PODER EN EL PP REGIONAL
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El candidato del PP a la Presidencia de Castilla-LaMancha, Adolfo Suárez-Illana, renunció hoy a tomar posesión de su escaño en las Cortes Regionales después de fracasar en su intento de tomar el poder en el PP local.
Tras el varapalo del 25 de mayo, la figura pública de Suárez Illana fue palideciendo hasta el punto de que, ya en la misma noche electoral, muchos cargos del partido dudaban de que aguantara. Bono acababa de lograr su mayor victoria en 20 años de gobierno con 632.000 votos (57,8%) frente "al peor resultado de la historia de las autonómica", según se encargaban de recordar esas fuentes, sólo 402.000 sufragios (36,7%).
Dos días después, el 27 de mayo, en la primera reunión del Comité Ejecutivo Nacional tras los comicios, todos los grandes protagonistas de la campaña hablaron en público. Ahí tomaron la palabra el victorioso "in extremis" alcalde de Toledo y presidente del PP en Castilla-la Mancha, José Manuel Molina, o incluso un perdedor como Carlos Floriano en Extremadura, pero que dejó clara su voluntad de conformar una alternativa a odríguez Ibarra.
En ese contexto, Adolfo Suárez Illana guardó silencio, como admitió en la posterior rueda de prensa el secretario general del PP, Javier Arenas. Arenas, no obstante, dijo que le había visto "con ganas", que tanto él como José María Aznar les habían dicho a Suárez Illana y a Floriano que había que "tirar para adelante" y que "en política no todo es llegar y besar el santo".
En las dos semanas posteriores, Adolfo Suárez Illana ha mantenido diversos contactos con Arenas, en los que a pretendido hacerse con el control del partido como condición para seguir adelante, a lo cual el "número dos" del PP siempre le respondió que debía tomar posesión de su escaño y de la portavocía del Grupo Popular. Lo demás, su victoria interna en el PP de Castilla-la Mancha frente a José Manuel Molina, ya vendría por añadidura si la gestión en la oposición cuajaba.
El miercoles, por la tarde, tuvo que ser suspendida la reunión del Comité Electoral Regional, que debía elegir, además de los representanes en la Mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha, el nombre del portavoz del Grupo Popular y el del senador autonómico que iba a proponer el partido. Suárez Illana no quería siquiera despejar la incógnita de ser senador o no, hasta hablar con José María Aznar y que éste le aclarara su futuro.
Aznar se lo aclaró ayer en una reunión que ambos mantuvieron en La Moncloa. El presidente del Gobierno le dijo lo mismo que le había venido diciendo Arenas en las últimas dos semanas: que tomara posesión de su ecaño y de la portavocía. Otra cosa es el poder regional y su juego de equilibrios internos.
Porque, si la candidatura de Suárez Illana siempre fue observada en el PP de la región como una "imposición" de la Dirección Nacional, la fuerte derrota el 25-M se convirtió en la excusa perfecta para oponerse a sus intentos de hacerse con el control del partido.
En algunas informaciones se llega a afirmar abiertamente hoy que dirigentes provinciales amenazaron con dimitir si se nombraba presidente del PP utonómico a Adolfo Suárez Illana. Con su renuncia total de hoy, se abre la incógnita de quien será portavoz del Grupo Popular porque el presidente actual del partido, José Manuel Molina, no es diputado, a diferencia de 1995, última vez que se midió con Bono en elecciones.
(SERVIMEDIA)
13 Jun 2003
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