La falta de demnda de esos servicios es la causa de su desaparación. Según datos de Renfe, las líneas Soria-Torralba y Soria-Castejón son muy deficitarias, ya que de cada 100 asientos sólo se ocupan unos 15 de media.

La compañía exige una demanda mínima del 40 por ciento de las plazas para mantener el servicio de sus trenes, porcentaje al que tampoco llegan las líneas Medina del Campo-Zamora-Orense y Madrid-Aranda de Duero-Burgos, que también tienen prevista su desaparición para el mes de enero.

Para mantener etas líneas, la Junta de Castilla y León tendría que hacerse cargo del coste del servicio hasta cubrir ese 40 por ciento, lo que supondría un gasto anual para el Gobierno de Juan José Lucas de unos 700 millones de pesetas.

El director general de Carreteras de la Junta, Angel Díez Ripa, ha manifestado su intención de estudiar la propuesta de Renfe para que las comunidades autónomas compren sus propios trenes, aunque advirtió que está dispuesto a secundar cualquier tipo de movilización contra la compañíaferroviaria si se produce la supresión de estos servicios.

Díez Ripa, que calificó de "decepcionante" la reunión mantenida hoy por representantes de Renfe y de la Junta, afirmó que "yo estaría en la cabeza de cualquier manifestación pacífica para defender el ferrocarril en esta comunidad autónoma".

Días atrás, el propio gobernador civil de Soria, Pedro Luis Piñeiro, se quejó de la forma de actuar de la empresa ferroviaria, que, a su juicio, toma decisiones sobre la supresión de servicios ferroviaios sin consultar siquiera con el Gobierno, "a pesar de ser una empresa pública".