Las sometían a malos tratos y las amenazaban de muerte ------------------------------------------------------
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La policía ha desarticulado en Madrid una red de trata de blancas que durante los últimos tres años podría haber introducido ilegalmente en España a unas 2.000 dominicanas, que eran explotadas en clubes de alterne, donde eran obligadas a ejercer la prostitución, según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de la capital.
El secuestro (incluso de menores), los malos tratos, las amenazas de muerte y hasta la mutilación eran los métodos que utilizabamn los presuntos delincuntes para coaccionar a las mujeres.
La investigación fue realizada por la Brigada de Documentación de Madrid, cuyos funcionarios han arrestado a ocho personas. La red delictiva, de tipo familir y carácter mafioso, estaba dirigida por Esteban R.C., alias "Elisa", de 29 años, originario de Santo Domingo y nacionalizado español.
Este individuo cuenta con un amplio historial delictivo por agresión a agente de la autoridad, lesiones con arma blanca y dos detenciones, en 1990 y 1992, por proxenetismo ytrata de blancas.
Con él colaboraban directamente su compañero sentimental, el español Emilio M.G., alias "Jaime", nacido en Elche hace 24 años; tres hermanos de Esteban: Freddy, Tomás y Escolástica, esposa de Emilio, de 27, 31 y 34 años, respectivamente; Pura T., de 41; Yoselín P.P., de 27, y de nacionalidad dominicana, al igual que los anteriores, y el español Carlos Manuel V.F., de la misma edad.
CLUBES DE ALTERNE
Los agentes han localizado a un total de 46 extranjeras, 36 de ellas dominicans, que estaban siendo explotadas en seis clubes de la capital: Río, Yumbo, Montmartre, Ibiza, Hawai y Expo, la mayor parte de ellos ubicados en el centro de la capital y en el distrito de Vallecas.
De acuerdo con las investigaciones policiales, la banda utilizaba tres métodos para introducir a las mujeres en España.
El más corriente era hacerlas pasar por turistas. Para ello, las facilitaban un pasaporte falso y el dinero que debían presentar en el control fronterizo, y las aleccionaban para que ingieran que su viaje obedecía a motivos turísticos, visitas familiares o invitaciones de amigos.
Según la policía, aparentemente cumplían los requisitos legales, pero se "burlaba manifiestamente el espíritu de la normativa vigente al mentir sobre el verdadero fin o motivo del viaje".
SE VESTIAN DE MONJAS
Otro método, detectado últimamente, consistía en darlas dos pasaportes de la República Dominicana obtenidos fraudulentamente, con los datos verdaderos de filiación o con otros distintos.
ras cruzar el control de emigración en el aeropuerto de Santo Domingo con uno de los documentos, en la sala de embarque se vestían con hábitos religiosos, facilitados igualmente por la organización.
Cuando llegaban a España, mostraban el pasaporte donde figuraba que eran religiosas, tal como recogía la fotografía correspondiente. También venían con una cantidad determinada de dólares para demostrar su solvencia económica.
En otras ocasiones han entrado utilizando a un niño de corta edad, alquilad o secuestrado, acompañado por un supuesto matrimonio, generalmente compuesto por una dominicana y un español.
Un niño de dos años, introducido en esas circunstancias, está internado en la actualidad en un colegio dependiente de la Comunidad de Madrid.
ANALFABETAS
Las dominicanas eran recluidas entre los estratos más humildes de la sociedad y tenían un alto grado de analfabetismo funcional. La organización les ofrecía un trabajo digno en nuestro país, como empleadas de hogar, cuidando niños o e supermercados.
Sin embargo, una vez en España, las obligaban, mediante coacciones y amenazas, a ejercer la prostitución para pagar la deuda contraída: 1,5 millones de pesetas.
La policía subrayó que las mujeres eran sometidas a todo tipo de malos tratos de palabra y obra, permaneciendo prácticamente secuestradas en pisos de la capital. Sólo los abandonaban para acudir a su "trabajo", en establecimientos donde, con anuencia de los dueños o encargados, eran obligadas a mantener relaciones sexualescon los clientes.
Si se negaban a pagar el millón y medio de pesetas o pretendían independizarse, eran maltratadas físicamente. Otras veces, las amenazas han alcanzado a familiares de las víctimas en Santo Domingo. A una de las jóvenes, que consiguió escapar a su país, le fue amputada una oreja.
Al parecer, Esteban R. era el máximo responsable de la banda, mientras que su compañero Emilio y sus hermanos Freddy y Tomás se encargaban del control y la distribución de las dominicanas.
Pura y Yoslín recaudaban el dinero y Escolástica captaba mujeres en Santo Domingo y las introducía en España. Carlos Manuel era el encargado de los clubes Río y Yumbo.
(SERVIMEDIA)
15 Feb 1993
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