SOLO UNO DE CADA VEINTE OBJETORES ESPAÑOLES HA CUMPLIDO LA PRESTACION SOCIAL SUSTITUTORIA

MADRID
SERVIMEDIA

Sólo uno de cada 20 objetores de conciencia españoles cumplió la prestación social sustitutoria (PSS) entre 1985 y 1991, según afirmó hoy el general Alberto Piris en la presentaión del Anuario 1991-92 del Centro de Investigación para la Paz (CIP).

Alberto Piris señaló que en ese periodo de tiempo realizaron la PSS unos 5.000 jóvenes en España, mientras que se declararon objetores casi 100.000.

"La Ley del Servicio Militar, pero sobre todo la Ley de Objeción de Conciencia, cuentan con tres aspectos discutibles", señaló Piris: en primer lugar, el que, según la ley, cada objetor tenga que "abrir su intimidad" y declarar por qué lo es; en segundo lugar, la negación que la nrmativa establece de la objeción sobrevenida, y, por último, el castigo que supone tener mayor duración que el servicio militar.

El general Piris, que aseguró que el 60 por ciento de los mandos del Ejército de Tierra es partidario de que nuestro país tenga un ejército compuesto exclusivamente por profesionales, se reafirmó en que un ejército de voluntarios se adecuaría mejor a la realidad española que el actual sistema de reclutamiento obligatorio.

Respecto a la actual política de Defensa, tanto lberto Piris como Mariano Aguirre, coordinador del Anuario, la calificaron de subordinada a los compromisos con Estados Unidos, la OTAN y la CE.

En cuanto al relativo margen de acción de Madrid en el área mediterránea, España "no absorbe ninguna de las pautas elaboradas por otros destacados miembros de la II Internacional Socialista sobre cuestiones de seguridad", dice el informe.

Así, "mantendrá acríticamente su adhesión a la disuasión nuclear de la OTAN y la UEO y su posición ante la cuestión plestina será de neutralidad (con matices), ante el referéndum frustrado en el Sahara (o manipulado por Hassan II) de silencio y frente al golpe de Estado en Argelia de aprobación, al considerar que es un mal menor ante el auge del islamismo", continúa el CIP.

Para los autores del anuario, estas políticas, junto a las de otros miembros del flanco sur de la OTAN, pueden dificultar la realización de proyectos positivos, como la creación de una estructura de seguridad y cooperación en el Mediterráneo.

El informe del CIP elogia la participación española en misiones internacionales de mantenimiento de la paz bajo mando de la ONU. "Estas misiones deben transformarse en prioritarias para las Fuerzas Armadas y si no tienen efectivos suficientes o sin preparación, entonces debería avanzarse en la tarea de adaptar la educación militar para estas tareas", afirma.

DESCENSO DEL PRESUPUESTO

El estudio cifra en un 4,6 por ciento el descenso del presupuesto de Defensa español de 1992 (785.883 millones de pestas) con respecto al año anterior. Pero asegura que buena parte de los 894.669 millones programados para el próximo trienio van a invertirse en el inicio de programas de adquisición y fabricación de armamentos.

Por su importe, destacan el Avión de Combate Europeo, que absorberá 90.687 millones; la compra de las primeras unidades del mismo (49.637 millones) y la construccción de dos fragatas (41.087 millones).

Alberto Piris denunció que desde 1987 han aumentado los gastos en investigación militar el 2 al 7 por ciento, "un incremento superior al de los demás países europeos y sólo inferior a los de los que desarrollan armas nucleares".

El informe del CIP concluye que el Gobierno español no parece dispuesto a impulsar un debate sobre qué política de Defensa requiere este país.

"De la falta de esta reflexión", continúa, "se desprende que los proyectos de fabricación de armas, las prioridades para la investigación y el desarrollo o las misiones que pacta con la OTAN sean pasos que muchas vece tienen la resonancia de una 'guerra fría' que se acabó, de la adaptación poco reflexiva al discurso de los 'nuevos enemigos del Sur' (el Tercer Mundo) lanzado desde el Pentágono y el cuartel general de la OTAN, o de tratar de salvar industrias de armas en crisis (en vez de pensar en proyectos de conversión)".

Para el Centro de Investigación para la Paz, el estudio de los presupuestos, investigación y comercio de armas "detecta esta falta de política sustituída con pragmatismo. Una prolongación de ést se aprecia en la cuestión de qué hacer con el servicio militar obligatorio cuando no se tienen claros los objetivos de la defensa".

Desde una perspectiva global, Mariano Aguirre definió los principales retos que esperan al mundo en la presente década, como una situación donde conviven "guerras locales, inercia militarista, proliferación nuclear, el 'enemigo del Sur' y una política de defensa extremadamente conservadora en España".

La gravedad de la situación posterior a la "guerra fría" radica, egún Aguirre, en que los países desarrollados no dan solución a los problemas del Tercer Mundo y cierran los ojos a las exportaciones masivas de armas.

(SERVIMEDIA)
12 Mayo 1992
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